lunes, 30 de junio de 2014

¡No era penal!

No pretendo explicar porque nos pasa lo que nos pasa. 

Confieso que soy uno más que tiene un nudo en la garganta.

Explicaciones habrá muchas. Usted mismo tendrá la suya.

Ya para cuando lea estas palabras habrá escuchado o leído muchos análisis de lo ocurrido en Brasil.

La herida ésta abierta, pero también deja una valiosa lección que debemos aprender.

Y usted me dirá: una más. Pues sí, una más.

No sólo para los hombres que dignamente representaron al país en la Copa Mundial de Fútbol de FIFA 2014, sino para todos los mexicanos.
Los rostros de impotencia, coraje y el llanto de ellos también son los de nosotros.

Podemos culpar al arbitraje, pero sería lo de menos.

La Selección Mexicana tuvo la gloria en sus manos. Jugó como se tiene que hacer en un mundial de fútbol.

Pero, lamentablemente, en esos malditos últimos cinco minutos, el rival le quito lo que había ganado hasta el momento.   

Y, entonces, ¿Qué paso?

Pues que se dejó de hacer lo más importante en ese momento trascendente.  

Es un trago bastante amargo el que se vive.

Me quedo con el valor que demostraron los jugadores mexicanos. Esa actitud debe de servir a nuestros jóvenes como ejemplo.

Como también es un llamado de atención a los que tienen bajo su responsabilidad los destinos del país.

Hoy México tiene la mirada de los portafolios de inversión.

Las calificadoras de riesgo soberano tienen a la deuda mexicana con una nota de grado de inversión, algo que difícilmente podríamos presumir hace algún tiempo.

Los organismos internacionales aplauden la agenda de cambios estructurales que vende con euforia la administración del presidente Enrique Peña Nieto y su equipo económico.

Chrisitine Lagarde, directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), dice estar sorprendida con lo que sucede en México.

No hay duda de que la economía mexicana necesita de esos cambios que detonen el crecimiento económico esperado.

Es bueno fijarse metas ambiciosas. A nuestro secretario de Hacienda, Luis Videgaray, le gusta hablar con muchas ganas de ese futuro que dicen nos pertenece.
Insistimos, una vez más: los cambios no suceden de la noche a la mañana.

La agenda de reformas estructurales esta puesta en marcha, pero no habrá resultados en el corto plazo.

El mundo aplaude lo hecho en México.

Lo que ocurrió en Brasil debe hacernos reflexionar porque en este momento la implementación de los cambios estructurales es lo más importante.

Comienza el segundo semestre del año.  

Empiezan a surgir señales incipientes que anticipan una recuperación de la actividad productiva.

¿La economía finalmente habrá tocado fondo?

Todavía es muy temprano para cantar victoria. Por sentir que el partido se tenía en la “bolsa” se dejo de luchar y recuerde lo que paso en Brasil.

La administración del presidente Enrique Peña Nieto hizo los cambios, falta ver si esas modificaciones funcionan.  

Las leyes secundarias de la Reforma Energética y de Telecomunicaciones están sobre la mesa.

Lo que nos recuerda Brasil 2014 es que los mexicanos debemos aprender a terminar la tarea.

E-mail: omarcancinoeco@gmail.com
Twitter: @cancino_omar

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