La renuncia de Agustín Guillermo Carstens Carstens al Banco de México (Banxico) nos deja un panorama de luz y sombra en los últimos días de 2016.
Digo de luz
porque será el Gerente del Banco Internacional de Pagos (BIS).
Recomiendo leer el blog de @morales_yoly en el Periódico El Economista: “Carstens, el banquero de banqueros”http://eleconomista.com.mx/cuenta-tres/2016/12/01/carstens-banquero-banqueros-centrales
Es bueno
saber que nuestro banquero central nos acompañara en los primeros 180 días de
2017, un año que se anticipa de lo más difícil.
La más
reciente encuesta de expectativas del sector privado así lo deja ver.
Según las proyecciones
de los analistas habrá menos crecimiento y más inflación.
“Ni abandono
el barco, ni existen desencuentros” es el mensaje que envía Carstens para
aplacar los rumores sobre su salida.
No olvide
que a nuestro banquero central le gusta hablar en un lenguaje lleno de un toque
de metáfora.
Recuerde el
famoso “catarrito” que diagnóstico cuando era secretario de Hacienda, o tal
vez; en aquellos días de plena crisis financiera de Estados Unidos nos
recomendó encender una “vela”, en vez de maldecir la oscuridad.
Inolvidable
es también la frase de la “Tormenta Perfecta”. Y ni qué decir del “Huracán
Trump”.
Si algo se
va a extrañar cuando se vaya Carstens del Banxico son esas declaraciones que
invitaban a la reflexión.
Más allá de
eso, bajo su mandato hizo del Banco de México, una institución
que hoy goza de la mayor credibilidad.
Así como
Babe Ruth dicen los clásicos construyo el Yankee Stadium en aquella época de
gloria del beisbol podemos decir que Carstens al igual que el gran bambino se
va con un porcentaje de bateo por arriba de .300.
Sin duda, Banxico
se ha convertido en un contrapeso perfecto sobre el manejo económico del
gobierno federal.
La gran
aportación que dejará sobre el escritorio de su despacho de Av. 5 de Mayo será
la de impulsar una mayor comunicación con los mercados y el haber trabajado en pro de la estabilidad
de precios.
En materia
de inflación, Carstens es el Fernando Valenzuela en aquel tercer juego de la
Serie Mundial de 1981, cuando con su pitcheo domino a los Yankees de Nueva
York.
Pese a la
fuerte depreciación del peso, hay un sobresalto en los precios y expectativas,
pero nada comparable con los años en lo que teníamos incrementos de dos dígitos.
Y es gracias
a que hoy tenemos un banco central que implementa la
política monetaria con una mayor transparencia.
Ese es el Efecto Carstens.
El lado oscuro
Hay
inquietud por la salida del banquero central. Su renuncia no se da en el mejor
momento.
Podemos
decir que finalmente los ladridos de los “perros de su vecino” han hecho que el
Doctor Carstens piense en mudarse de casa en la primera oportunidad.
La victoria
de Donald Trump, un posible ciclo restrictivo más agresivo de la Fed junto con
el estrés en el tipo de cambio y presiones inflacionarias, los ladridos se han
vuelto más intensos.
El
presidente Enrique Peña Nieto tiene la tarea de nombrar al sucesor de Carstens.
Hay
candidatos de prestigio para ocupar el cargo de Gobernador de Banxico, pero
esta decisión debe tomarse con mucho cuidado.
Es necesario mandar señales de certidumbre.
Si el
escenario económico no pintaba muy bien para 2017, ahora con el relevo en
Banxico se oscurece aún más.
Twitter: @cancino_omar