domingo, 4 de diciembre de 2016

El Efecto Carstens

La renuncia de Agustín Guillermo Carstens Carstens al Banco de México (Banxico) nos deja un panorama de luz y sombra en los últimos días de 2016.

Digo de luz porque será el Gerente del Banco Internacional de Pagos (BIS).

Recomiendo leer el blog de @morales_yoly en el Periódico El Economista: “Carstens, el banquero de banqueros”http://eleconomista.com.mx/cuenta-tres/2016/12/01/carstens-banquero-banqueros-centrales

Es bueno saber que nuestro banquero central nos acompañara en los primeros 180 días de 2017, un año que se anticipa de lo más difícil.

La más reciente encuesta de expectativas del sector privado así lo deja ver. 

Según las proyecciones de los analistas habrá menos crecimiento y más inflación.

“Ni abandono el barco, ni existen desencuentros” es el mensaje que envía Carstens para aplacar los rumores sobre su salida.

No olvide que a nuestro banquero central le gusta hablar en un lenguaje lleno de un toque de metáfora.

Recuerde el famoso “catarrito” que diagnóstico cuando era secretario de Hacienda, o tal vez; en aquellos días de plena crisis financiera de Estados Unidos nos recomendó encender una “vela”, en vez de maldecir la oscuridad.

Inolvidable es también la frase de la “Tormenta Perfecta”. Y ni qué decir del “Huracán Trump”.

Si algo se va a extrañar cuando se vaya Carstens del Banxico son esas declaraciones que invitaban a la reflexión.

Más allá de eso, bajo su mandato hizo del Banco de México, una institución que hoy goza de la mayor credibilidad.

Así como Babe Ruth dicen los clásicos construyo el Yankee Stadium en aquella época de gloria del beisbol podemos decir que Carstens al igual que el gran bambino se va con un porcentaje de bateo por arriba de .300.

Sin duda, Banxico se ha convertido en un contrapeso perfecto sobre el manejo económico del gobierno federal.

La gran aportación que dejará sobre el escritorio de su despacho de Av. 5 de Mayo será la de impulsar una mayor comunicación con los mercados  y el haber trabajado en pro de la estabilidad de precios.

En materia de inflación, Carstens es el Fernando Valenzuela en aquel tercer juego de la Serie Mundial de 1981, cuando con su pitcheo domino a los Yankees de Nueva York.

Pese a la fuerte depreciación del peso, hay un sobresalto en los precios y expectativas, pero nada comparable con los años en lo que teníamos  incrementos de dos dígitos. 

Y es gracias a que hoy tenemos un banco central que implementa la política monetaria con una mayor transparencia.

Ese es el Efecto Carstens.

El lado oscuro

Hay inquietud por la salida del banquero central. Su renuncia no se da en el mejor momento.

Podemos decir que finalmente los ladridos de los “perros de su vecino” han hecho que el Doctor Carstens piense en mudarse de casa en la primera oportunidad.

La victoria de Donald Trump, un posible ciclo restrictivo más agresivo de la Fed junto con el estrés en el tipo de cambio y presiones inflacionarias, los ladridos se han vuelto más intensos. 

El presidente Enrique Peña Nieto tiene la tarea de nombrar al sucesor de Carstens.  

Hay candidatos de prestigio para ocupar el cargo de Gobernador de Banxico, pero esta decisión debe tomarse con mucho cuidado.

Es necesario mandar señales de certidumbre.

Si el escenario económico no pintaba muy bien para 2017, ahora con el relevo en Banxico se oscurece aún más.

Twitter: @cancino_omar