lunes, 27 de enero de 2014

Un día después de Davos

Las reformas estructurales no lo son todo.

Son una buena señal. El camino es todavía largo y sinuoso.

Los cambios no ocurren de la noche a la mañana.

Hay optimismo por la economía mexicana. Pero también existe una dosis de gran escepticismo. 

Debemos entender que comenzó un proceso de transformación que estuvo detenido por varios años.

Los efectos de los cambios estructurales tendrán un impacto en la actividad económica en los próximos años. (Gráfica No.1)

Faltan esos pequeños grandes detalles que pondrán sobre la mesa el verdadero panorama.

Y precisamente ese mensaje es el que se debe enviar.  

Los discursos optimistas de finales de 2013 continúan en este principio de 2014 sin la menor moderación.

La administración del presidente Enrique Peña Nieto crea expectativas positivas.

Sin duda, son necesarias.

No hay mejor lugar para hacerlo que el Foro Económico de Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) en Davos, Suiza.

Un foro dónde los líderes  y empresarios del mundo reflexionan sobre los desafíos actuales del mundo.

Sabemos que la competencia por los flujos de capital es cada día más intensa.

Y lo será más porque la Reserva Federal, el poderoso e influyente banco central de Estados Unidos comenzó a quitar los “alfileres” a la mayor economía del mundo.

Lo malo, es que crear escenarios más allá de la realidad que se vive puede tener efectos negativos.

Vivir o no vivir el “mexican moment” es lo que menos importa.

La experiencia de 2013 es un claro ejemplo.

El presidente Enrique Peña Nieto y su equipo económico saben que tienen un reto demasiado importante por delante.

Por esa razón, el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su panorama global dejo su pronóstico sin cambio para la economía mexicana.

Para este 2014, el FMI mantiene su estimación de 3% para el Producto Interno Bruto (PIB), la estadística más buscada y seguida de un país.

Los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) tienen sobre la mesa la cifra de un crecimiento de 3.9 por ciento.

En su más reciente publicación el Banco Mundial anticipa un avance de 3.40% para México.

Bien vale la pena observar el panorama que proporciona la aseguradora de riesgo crediticio Coface. (Gráfica No.2)


Si bien es cierto prevé una mejor desempeño para la actividad económica mantiene la nota de riesgo país –índice de impagos que hay en las transacciones a crédito entre empresas- en “A4” sin perspectiva positiva.

Tan sólo el año pasado se presentaron problemas en empresas de infraestructura producto del cambio de gobierno y el subejercicio del gasto público.

Otro indicador que sobresale y en el que hay que poner mucha atención es el clima de negocios.

Aquí México tiene una nota de “A4”.

Los problemas de inseguridad, gobernabilidad, corrupción, una alta economía informal, exportaciones altamente concentradas, debilidad en infraestructura y escasa mano de obra calificada.

Esos son los factores que impiden una mejora en la nota y que por cierto son los mismos en los últimos seis años.

Y eso explica porque existen dudas sobre el rumbo de del país.

Insisto, los ojos del mundo observan con entusiasmo a la economía mexicana, pero los desafíos son todavía grandes.

Lo hacen en un tiempo muy delicado para los mercados emergentes.

No "compre" discursos. Es mejor guardar la compostura.  
Los riesgos en el proceso de cambio estructural son altos.
E-mail: omarcancinoeco@gmanil.com
Twitter: @cancino_omar

lunes, 20 de enero de 2014

El Lobo de Wall Street

Le anticipo que no presumo ser crítico del séptimo arte.

Pero no puedo dejar pasar la oportunidad para hablar sobre “El Lobo de Wall Street”. 

Muchas personas me preguntan si es cierto lo que se pone al descubierto en la película.

Creo que su director Martin Scorsese logra con éxito mostrar ese lado oscuro de los mercados financieros. 

Ese ambiente de desenfreno y excesos por supuesto que existe.

Es la dosis de adrenalina diaria para la mayoría de hombres y mujeres que trabajan en las mesas de negociación de las instituciones financieras.

Todos los días alrededor del mundo se ejecutan miles de órdenes de compra y venta de activos financieros.

Para toda compra siempre hay vendedor y viceversa.

La decisión depende en gran parte de ese talento que demuestra el actor Leonardo Di Caprio a plenitud en el personaje de Jason Belfort en la cinta.

Belfort vende “humo” a todos sus clientes sin importarle nada, más que hacer  “montañas” de dinero.

Y lo peor, es que a muchos les contagia esa complicidad y su pasión por los caprichos del mercado. 

Oliver Stone en su película “Wall Street” también comparte esa mirada al mundo de las finanzas.

¿Recuerda a Gordon Gekko (Michael Douglas)?

Gekko hace de las suyas usando y exprimiendo a más no poder lo valioso de tener información privilegiada. 

En "Wall Street", Gekko tiene el contrapeso de Bud Fox (Charlie Sheen), 

En “El Lobo de Wall Street” no hay nadie. Observamos a Jason Belfort hacer y deshacer a su antojo. Todo sin límite.

No dude que existan muchos hombres como Belfort y Gekko.

Pese a las recientes regulaciones, los escándalos financieros siguen en marcha.   

No olvide el caso Bernard Madoff descubierto en 2008.

Hasta el momento es el fraude más grande cometido por una sola persona en la historia financiera de Estados Unidos.

La estafa consistió en tomar capitales de múltiples entidades financieras y personas físicas  a cambio de elevados rendimientos.

“La codicia es buena”  la frase favorita de Gordon Gekko.

Pero todo llegó a su fin y como también se dice: “El mercado todo te lo da y todo te lo quita”

Hoy Bernard Madoff está cumpliendo una condena de 150 años de  prisión.

JP Morgan Chase & Co, el banco de inversión que utilizó Madoff para hacer sus operaciones también está pagando los abusos y su complicidad por no haber informado a las autoridades de estos movimientos.

Según su último reporte trimestral, la mayor institución bancaria de Estados Unidos registró una caída de 7.3% en sus ganancias.

Tan sólo en 2013, JP Morgan Chase & Co. pagó un total de 20,000 millones de dólares en multas.

Los escándalos siguen.

Deutsbank Bank, el mayor banco de Alemania, informó que suspendió a varios operadores en Nueva York.

La decisión fue como consecuencia de una investigación sobre la manipulación de los mercados cambiarios globales.

Se dice que la reciente “Regla Volcker”, aprobada por los organismos reguladores de Estados Unidos pondrá orden y vendrán cambios importantes.

Lo que busca esta ley es limitar las actividades especulativas de los bancos y reforzar la supervisión financiera.

Lamentablemente, le digo que el mercado siempre tiene un paso adelante.

No sé si “El Lobo de Wall Street” gane un premio de La Academia el próximo 2 de marzo.

La cinta está nominada en cinco categorías: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor, Mejor Actor de Reparto.

Esa tarea se la dejo a los expertos y a los miembros de La Academia.

Luego de ver la cinta, hay una buena lección de finanzas personales.

Si escucha a su asesor de inversiones hablar de ganar elevados rendimientos debería pensarlo más de dos veces. ¿No, cree?
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lunes, 13 de enero de 2014

¡Adiós a la Navidad!

Dejar la época de los buenos deseos no es nada agradable. Hemos llegado al final de esos tiempos.

No será fácil este 2014.

Cierto, existe un mejor panorama. Pero los riesgos siguen en el escenario.

Los últimos indicadores económicos reflejan todavía signos de debilidad con claroscuros por delante.

El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) durante el mes de octubre avanzó 1.3% en su comparación anual. (Gráfica No.1)

La evolución del IGAE hace pensar en un mayor dinamismo en los próximos meses, aunque las señales de fragilidad son evidentes.

Otro indicador que refleja ese comportamiento es la actividad industrial que en el mes de noviembre envió una vez más datos negativos. (Gráfica No2)

El desplome del sector de la construcción que con la cifra del penúltimo mes del año acumula 12 meses consecutivos con números rojos no permite revertir esta tendencia.

Pese a eso, la producción manufacturera sigue presentando una mejor actividad por el avance de las exportaciones.

Los tradicionales mensajes con motivo de Año Nuevo llenos de buenos deseos se escuchan. Lo malo es que el esceptisismo es más grande en este  momento.

Y se lo digo porque la evolución del Índice de Confianza del Consumidor continúa enviando señales de pesimismo. (Gráfica No.3)

Los encuestados en diciembre del año pasado no esperan ni una mejora en la economía doméstica como tampoco en la situación del país en los próximos 12 meses.

Nos podrán decir que las cosas van a mejorar en el transcurso del año y que serán muy distintas a lo que se vivió en 2013.

Que gracias a las reformas estructurales el crecimiento de la economía será otro.

Que con la reforma financiera habrá más crédito para las empresas y emprendedores.

Que en 2015 los famosos “gasolinazos” serán cosa del olvido.   

Lo único cierto es que la visión desde los hogares es otra.

Y es que mientras los datos duros de la economía reflejan señales con cierta dosis de optimismo, el “bolsillo” hoy sufre los efectos de los cambios impositivos.

Si la falta de empleo es un dolor de cabeza, el incremento de precios también lo será.

Se prevé que el alza en los precios se observará con mayor fuerza en el primer trimestre del año.

Por lo pronto, según INEGI la tasa de inflación en 2013 se ubicó en 3.97%, lejos de la meta del Banco de México.

Nuestro banquero central dice que el aumento de la inflación será de manera transitoria. A Don Agustín Carstens no le queda de otra.

Su objetivo es generar esos mensajes con el fin de influir en las expectativas y no deteriorar el escenario.  

Nuestro mercado interno está más que débil. La fragilidad económica seguirá presente y todas las esperanzas estarán como en todos los años en el sector externo.

A lo largo del 2014 observaremos los efectos de la política fiscal expansionista junto con el estímulo monetario.

Podemos ser optimistas. Más todavía el camino es largo y complejo. Las dudas existen.

Y sí, Christmas good bye!
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lunes, 6 de enero de 2014

¿"Catarrito" o "burbuja" inflacionaria?

Nuestro banquero central puede decir que en materia de inflación va ganando la batalla, pero todavía no la guerra.

Eso sí, Don Agustín Carstens presume que la convergencia de los precios hacia el objetivo permanente de 3% sigue su curso.

Como todo en la vida: Lo difícil no es llegar, sino mantenerse.

Si algo distingue al banco central en los últimos años es que los shocks sobre los precios han sido bien identificados.

Y es por eso que el Banxico disfruta de esa dosis de credibilidad que los hombres de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) desearían tener.

Los bajos niveles de inflación subyacente, aquella que excluye los precios de los bienes y servicios más volátiles de la economía, dicen que la política monetaria está haciendo su trabajo.

La inflación subyacente es una herramienta de análisis y comunicación que tiene el banco central para ofrecer una mejor aproximación de las presiones inflacionarias en el mediano plazo.

Pero la meta del 3% es respecto a la inflación general y no en la subyacente.

El incremento de los precios continúa dentro del límite superior del rango de variabilidad de entre +/- un punto porcentual establecido en diciembre de 2003.

Las expectativas de inflación de largo plazo presentan un comportamiento positivo pero se niegan a bajar de manera más pronunciada.

Aquí está el reto para Banxico.

Sin duda,  le espera una agenda por demás interesante en materia de inflación.

Para Carstens y demás subgobernadores el impacto de la reforma hacendaria en la trayectoria de la inflación será de manera transitoria y sin efectos de segundo orden. (Gráfica No.1)
Los miembros de la Junta de Gobierno de Banxico tienen el pronóstico de que los cambios tributarios generen un impacto de sólo 40 puntos base en la tasa de inflación.

La incipiente recuperación de la economía puede también ayudar a que los impactos de la reforma hacendaria no sean tan severos.  

El próximo jueves con la publicación del INEGI de los precios al consumidor al mes de diciembre conoceremos la cifra del 2013.

Se espera un aumento de los precios al consumidor entre 3.80 y 3.95% para todo el año pasado.

Otra vez, Banxico incumplirá su meta de inflación de 3%, pero si estará optimista porque la cifra estará dentro de su rango de variabilidad.

Lo interesante será observar los datos de inflación de la primera quincena de enero que INEGI pondrá a disposición el día 23 de este mes.

A partir de ahí se empezarán a construir los escenarios para el trayecto de la inflación en el 2014.

Comenzará también a cuestionarse o validarse el pronóstico del banco central.

Según el Instituto Central, la tasa de inflación en 2014 se encontrará fluctuando en alrededor de 3.5% y no se generarán movimientos abruptos.

Será interesante escuchar a nuestro banquero central sobre el comportamiento de los precios en los próximos días.

No dude usted, en que Carstens continuará utilizando el sentido metafórico, ese valioso recurso que ofrece la lengua y que tanto le agrada para hablar de la realidad económica.

También habrá señales en el contenido del Programa Monetario de 2014.

Y en los anuncios de decisión monetaria y las minutas de las reuniones conoceremos con mayor profundidad la visión del banco central.

Hasta el 14 de mayo, cuando Banxico publique su Informe Trimestral de Inflación del primer trimestre, donde se pondrá sobre la mesa el panorama.

Es un hecho que la llamada “cuesta de enero” será una de las más complicadas de los últimos años.

Si el escenario presenta riesgos mayores a los estimados, entonces el banco central utilizará en una primera instancia su estrategia de comunicación para a enviar mensajes con mayor fuerza para influir en las expectativas.

Los analistas no esperan movimientos en la tasa de referencia de Banxico

Los datos tendrán la última palabra.

2014 empieza lleno de esperanza y con retos en el horizonte.

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