lunes, 31 de marzo de 2014

Amargo primer trimestre

Se nos fue en un abrir y cerrar de ojos el primer trimestre de 2014.

La debilidad de la economía sigue presente y no hay señales en el corto plazo de un pronto repunte.

¿Llegará en este segundo trimestre?

Podemos ser optimistas, pero la realidad dice que todavía esos tiempos tienen que esperar.

Con el Informe de Finanzas Públicas del mes de febrero, el gasto público aumenta en los dos primeros meses del año 19.2% respecto al mismo periodo del 2013.

No olvide que la estrategia de nuestro secretario de Hacienda, Luis Videgaray es de levantar a la economía con recursos públicos.

El desafío para Videgaray no es nada fácil.

Y más, cuando el reporte público INEGI del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) al mes de enero no tiene buenas noticias. (Gráfica No.1)


En el primer mes del año, el IGAE avanzó 0.8% a tasa anual y sólo 0.09% respecto al último mes del 2013.

El menor desempeño del sector servicios y la caída en la actividad agrícola explican el avance del dinamismo económico.

Recuerde que el IGAE contiene información preliminar sujeta a revisión y es un indicador de la tendencia o dirección de la economía en el corto plazo.

Si bien la inflación presenta el comportamiento esperado por el Banco México, el incremento de precios al consumidor todavía es un “dolor de cabeza” que golpea el poder adquisitivo.

Más allá de eso lo que nos deja este primer lapso del año es que el México de ayer, sigue siendo el México del presente.

Por más que lo nieguen y se echen unos a otros la famosa “bolita”, la corrupción es el mayor mal del país.

El caso de Oceanografía, empresa proveedora de servicios de ingeniería a Petróleos Mexicanos (PEMEX),  es una prueba de ello.

Y es una muestra de cómo se hacen los negocios en el país.

Difícil de creer es que toda la culpa la tienen los hombres de Oceanografía, Pemex también comparte la responsabilidad. 

Ya con el caso al descubierto, ahora resulta que todos habían sido alertados de los manejos “peligrosos” entre la empresa y Pemex.

Por eso existen las dudas sobre la implementación de la Reforma Energética.

Dicen los que saben que el caso Oceanografía es para dar entrada a nuevos protagonistas en el negocio.  

Los especialistas lo que piden para el éxito de la reforma es que la transparencia sea una constante en este proceso de apertura energética.

Complicado si vemos este entorno, ¿no cree?

Sin saber a ciencia cierta lo que Pemex solicitó a la Secretaría de Energía  en la famosa “Ronda Cero” empezará la discusión parlamentaria.

El Congreso tiene hasta el 20 de abril para aprobar la legislación secundaria en materia energética.

Pero actualmente el debate se concentra en las leyes de telecomunicaciones y competencia económica.

El caso de la línea 12 del metro es otro escándalo.

Don Marcelo Ebrard, ex jefe de gobierno del Distrito Federal gasto la cantidad de 119 millones de pesos en certificar la seguridad de la línea 12 del metro.

De nada sirvió ese dinero porque hoy la línea 12 del metro está detenida y en el “ojo del huracán”

Del optimismo de principios de año pasamos a una etapa en que los propósitos tienen que revisarse.

Nos pueden presumir de haber capturado  finalmente a Joaquín el “Chapo” Guzmán y demás delincuentes.

También nos pueden comentar que en el mediano plazo el escenario será distinto.

Comenzamos el segundo trimestre del año.

La Reserva Federal sigue con el retiro del estímulo monetario o del llamado tapering.

¡Bienvenido abril!

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lunes, 24 de marzo de 2014

Expectativas en desaceleración

Los desafíos para la economía mexicana continúan sobre la mesa.

Don Agustín Carstens, gobernador del Banco de México confirma lo que los indicadores dicen a todas luces.

En su anuncio de política monetaria, el banco central señala que la desaceleración de la actividad económica sigue su curso.

Así que tenemos en los primeros meses del año un crecimiento menor a lo proyectado.

Los efectos de la mal llamada reforma fiscal están impactando los niveles de confianza, el gasto de los consumidores y la inversión privada.

Nos dicen que el segunda parte del año habrá un mejor desempeño.

Con este difícil entorno es muy complicado.

Pueden mejorar los números macroeconómicos en base a efectos estadísticos.

Lo que si le digo es que el bolsillo seguirá sufriendo los embates del actual entorno económico.

Las dudas sobre la meta de crecimiento de 3.9% que tiene la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) crecen cada día.

Habrá que esperar hasta que INEGI publique la cifra del Producto Interno Bruto (PIB) del primer trimestre.

No espere buenas noticias.

Ese es el primer reto en el panorama.

Aquí viene el segundo desafío.

Todos aplauden los cambios estructurales en México.

Pero también desean que esas buenas señales sigan en el escenario.

La administración del presidente Enrique Peña Nieto no pierde la oportunidad para enviar mensajes llenos de optimismo.

Hablan de un futuro mejor con más dinamismo económico y que ese avance se sienta en el bolsillo de todos.

Ese discurso también lo comparte en cada foro Luis Videgaray, secretario de Hacienda.

Nadie duda de sus buenas intenciones.

Sí hay que destacar que ese discurso optimista empieza a presentar signos de moderación.

Ya no son aquellos discursos que escuchábamos de fin de año.

No hay que olvidar que en el camino puede haber varios tropiezos por delante.

Bien dice Bart Pattyn presidente y CEO de la aseguradora de riesgo crediticio Coface para América Latina en decir que México genera en este momento altas expectativas, pero todavía no muestra nada extraordinario.

Y sin duda, esa es la postura de los grandes portafolios de inversión.

Hoy los mercados emergentes viven días difíciles.

La Fed sigue bajando la dosis de estímulo monetario a la mayor economía del mundo.

Janet Yellen, presidenta del banco central y demás integrantes que conforman el Comité de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) lo hacen a un ritmo lento para no generar “ruido” en los mercados.

Por tercera ocasión consecutiva, el banco central decidió reducir sus compras de activos en otros 10,000 millones de dólares.

Ahora con la última decisión, a partir de abril adquirirá  un total de  55,000 millones de dólares en Bonos del Tesoro de Estados Unidos.   

Yves Zlotowsky, Economista en Jefe de Coface menciona que hay diferencias entre México y otros países emergentes.  

Lo que si advierte es que las buenas señales tienen que seguir, sino desean que la volatilidad se sienta con mayor fuerza.  

Los inversionistas y organismos financieros internacionales observan con cuidado la evolución de la agenda de reformas estructurales.

Implementar las reformas estructurales es el otro gran desafío que hay por delante.

Hay avances, pero no de manera tan rápida como pensaba la administración de Enrique Peña Nieto.

Se habla de que los primeros efectos de los cambios estructurales comiencen a dar sus primeros frutos en 2016.

Ya no en 2014, tampoco en 2015.

Aquí está el detalle. 

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martes, 18 de marzo de 2014

Made in China

"Si China no hubiera estado allí, la recesión para todo el mundo habría sido mayor" Eric Stark Maskin, Premio Nobel de Economía en 2007 

No sólo en México se hablan de reformas estructurales.

Del otro lado del mundo ese discurso también se escucha.

Y no hay que olvidar que existe un protagonista que tiene una importancia para la economía mundial.

Sí, correcto, le habló de China.

Hoy es la segunda economía del mundo.

En 2013 registró un avance en su Producto Interno Bruto (PIB) de 7.7 por ciento.

Nuestro país con datos de INEGI sólo creció 1.1% el año pasado.

Otro dato importante es que China es el mayor país con tenencia de Bonos del Tesoro de Estados Unidos.

Con cifras del Departamento del Tesoro de EU a diciembre de 2013, China acumula un total de 1,2 billones de dólares en deuda gubernamental.

Ese monto sólo es superado por los 2.2 billones de dólares en activos del gobierno de Estados Unidos que tiene en su poder la Reserva Federal.

Y no sólo es el país que tiene más papel gubernamental de la que presume ser la mayor economía del mundo, sino que también está acumulando más reservas de oro.

La mala noticia es que este año el panorama económico mundial no será apoyado por el dinamismo del gigante asiático.

La desaceleración en su ritmo de crecimiento es evidente.  (Gráfica No.1)
El Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipa que la economía China crecerá 7.5% durante 2014.

Christine Lagarde, Directora Gerente del organismo financiero empezará a partir del próximo 22 de marzo una gira de trabajo a China.

Será interesante escuchar su discurso en el Foro de Desarrollo Económico de China el domingo 23 de marzo.

Los últimos datos macroeconómicos ponen de manifiesto el momento difícil de la economía del país asiático.

La producción industrial experimenta un menor dinamismo, el gasto de inversión disminuye, el consumo y las exportaciones también van a la baja.

La encuesta realizada por la aseguradora de riesgo crediticio Coface es muy valiosa porque nos deja un escenario más amplio de lo que ocurre en China.

Los resultados del estudio sobre la gestión de riesgo crédito corporativo en China realizada por Coface durante el último trimestre del 2013 revela que la morosidad empresarial está en su mayor nivel desde 2010.

Cifras de la aseguradora de crédito estiman que el 82% de las empresas entrevistadas reportó problemas con sus pagos en 2013, lo que represento un aumento de 5% respecto a 2012.

Según los analistas, ese es un foco amarillo en la economía de China.

Por ejemplo, también en la encuesta de Coface, la desaceleración de la economía y el endurecimiento de las condiciones financieras son los factores que más preocupan al sector empresarial.

Por esa razón, la aseguradora de riesgo crediticio mantiene la nota de riesgo país en “A3” y un clima de negocios bajo una calificación de “B”. (Gráfica No.2)
China tiene definida una hoja de ruta para comenzar con una agenda de cambios estructurales que podrán ser los que la consoliden como protagonista.

Principalmente se habla de implementar una reforma financiera.

Entre sus principales iniciativas está la de liberar las tasas de depósitos,  expandir el rol del Renminbi como moneda internacional, desarrollar su mercado bursátil y de bonos.

Recientemente el Banco Central de China (PBOC, por sus siglas en inglés) anunció una nueva modificación cambiaria.

Con esta medida, la institución monetaria dejará que el tipo de cambio suba o baje un 2% desde una tasa que fija a diario.

Habrá muchos "dimes y diretes". La  reacción del mercado será interesante de observar.  

El gobierno de Xi Jinping desea más que utilizar políticas fiscales y monetarias expansivas quiere reformas estructurales.

Su estrategia va en camino.

Lo cierto, es que de momento la desaceleración de China es un reto para las economías emergentes.

Hoy el mundo en vías de desarrollo resiente los efectos de la reducción del estímulo monetario de la Fed y el menor dinamismo del gigante asiático.

Importa lo que sucede con la economía del vecino del norte.

Pero no hay que perder de vista los impactos de que el crecimiento económico de China vaya a ser más de lo previsto.  

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lunes, 10 de marzo de 2014

¿Adiós al "catarrito" inflacionario?

Sabíamos que 2014 no venía nada fácil.

Los recientes datos económicos nos revelan un complicado panorama en los primeros meses del año.

La confianza del consumidor sigue a la baja y los analistas revisan una vez más sus pronósticos de crecimiento para 2014.

Y la administración del presidente Enrique Peña Nieto lanza la promesa de no subir los impuestos.

El mensaje tiene una buena y una mala.

La buena es que no habrá incremento o modificaciones a la estructura tributaria hasta el 30 de noviembre de 2018.

Siempre y cuando no existan eventos macroeconómicos que modifiquen el escenario.

¿Y la mala?

Pues, es que nos quedamos con la llamada reforma hacendaria hasta nuevo aviso.

Definitivamente el equipo económico perdió la oportunidad para hacer un gran pacto fiscal.

Por esa razón, las cúpulas empresariales celebran la decisión, pero no están del todo contentos con los modos y las formas con las que se anunció.

Luis Videgaray, secretario de Hacienda insiste en que México crecerá 3.9% en 2014.

Nada extraño escuchar las palabras del hombre responsable de las finanzas públicas.

El que si puede presumir que su pronóstico va en línea con lo esperado es Don Agustín Carstens, gobernador del Banco de México

Con datos del Instituto de Geografía y Estadística (INEGI), al mes de febrero la tasa de inflación anual general se ubicó en 4.23%, luego de que en enero alcanzara 4.48 %, su nivel más alto en los últimos tres años. (Gráfica No.1)


Y es que hasta el momento Carstens y demás subgobernadores del banco central no observan que los cambios tributarios generen efectos de segundo orden.

La inflación subyacente en febrero, aquella que excluye los precios de los bienes y servicios más volátiles de la economía, regresa a niveles por debajo del 3 por ciento.

Tampoco existe una distorsión en las expectativas de inflación, una variable muy seguida por el instituto central.

En la última Encuesta del Banco de México, los analistas anticipan una tasa de inflación para 2014 de 4%, cifra menor a la anterior de 4.10 por ciento.

Respecto a la expectativas de inflación de largo plazo, las estimaciones se mantienen con ligeros cambios entre 3.50% y 3.51 por ciento.

Lo que explica en gran parte el comportamiento de los precios es la debilidad de la actividad económica.

En los primeros meses del año el golpe al bolsillo fue directo. 

Los impactos en el poder adquisitivo continúan.

Si bien es cierto, lo precios al consumidor presentaron un retroceso en el mes de febrero, todavía la tasa de inflación está por arriba del 4 por ciento.

Y eso se debe al aumento en el precio de los energéticos.

Carstens puede estar optimista, pero todavía no tiene nada que festejar porque el camino es largo sinuoso.

El presidente Enrique Peña Nieto y su secretario de Hacienda, Luis Videgaray no dejan de vender el discurso prometedor de las reformas estructurales.

Esos mensajes que se escuchan hasta el cansancio no comparten la visión desde los hogares.

Vuelvo a insistir.

Los cambios estructurales no suceden de la noche a la mañana.

La economía mexicana en el primer trimestre presenta un escenario de bajo crecimiento con menor inflación.

No tendremos buenos números en la primera etapa del 2014. 

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lunes, 3 de marzo de 2014

Read my lips II

En 1988, el ex presidente de Estados Unidos George H.W. Bush expresó: “Read my lips: No new taxes”.


¿La recuerda?

Aquella frase se ganó los aplausos y la euforia del electorado.

Y por supuesto esas palabras lo llevaron a convertirse en el presidente número 41 de la mayor economía del mundo.

Lo que no sabía Bush padre era que el gran déficit fiscal y el complicado estado de la economía de Estados Unidos borraría por completo la promesa de no subir los impuestos.

William J. Clinton también utilizó la frase Read my lips: No more taxes” para poner fin a las aspiraciones de Bush padre de un segundo periodo en la Casa Blanca.

La estrategia le funcionó con éxito. 

Hoy la administración del presidente Enrique Peña Nieto manda ese mensaje.

Tal vez, Luis Videgaray, el responsable de las finanzas públicas no la dijo como la expresó en su momento George H.W. Bush, pero creo que está más que claro.


El anuncio por excelencia que contiene el Acuerdo de Certidumbre Tributaria es que no habrá cambios en la estructura tributaria en lo que resta de la administración del presidente Enrique Peña Nieto.

Lo que sí existirá será una disciplina fiscal que buscará combatir la evasión fiscal y promocionar la formalidad y el descenso del déficit fiscal.

Así como también mejorará la transparencia y eficiencia de los recursos públicos.

Dudas hay muchas de que esos compromisos se cumplan.

Y más con el último informe de la cuenta pública del 2012 que realizó la Auditoria Superior de la Federación (ASF).

En ese reporte que elabora la ASF se evalúa como se gastan los recursos públicos en México en términos de legalidad, transparencia y eficiencia.

Cada año, hay observaciones sobre el manejo del gasto público.

Lo malo, es que lo que informa la ASF hace “ruido” en ese instante y se olvida al día siguiente.

Hay avances en los últimos años, pero todavía la rendición de cuentas es un tema pendiente en México.

Ya el golpe al bolsillo está dado.

Con el Informe de Finanzas Públicas al mes de enero, Hacienda registró un incremento de 22.9% anual en la recaudación tributaria.

Por ejemplo, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), con el que se gravó refrescos y botanas, presento un alza de 79.5 por ciento.

El Impuesto sobre la Renta (ISR), aquel que se obtiene de las utilidades de las personas físicas y morales aumento 26.3%, efecto principal por el cambio en la tasa impositiva.

Y finalmente, el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el que se paga con sus excepciones cada vez que se realiza una compra, registró un alza de 12.4% respecto a enero de 2013.

La mal llamada Reforma Hacendaria impacta en estos momentos a la economía mexicana.

Sabemos que la “cuesta de enero” fue una de las más duras en los últimos años.

La debilidad en el consumo, el desplome de la confianza del consumidor, la baja en las exportaciones y la nula generación de empleo en el primer mes es la evidencia.

Los pronósticos de crecimiento para 2014 se están empezando a revisar a la baja porque observan que el camino para crecer 3.9% como lo dice Hacienda está complicado.

Con este escenario le toca al gasto público hacer que el deterioro no sea mayor.

Bien sabemos que prometer no más impuestos siempre se gana los aplausos.

Ya los empresarios lo celebran.

George H. W. Bush prometió no más impuestos y falló.

¿Usted cree en la palabra del presidente Enrique Peña Nieto y su secretario de Hacienda, Luis Videgaray?

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