viernes, 31 de mayo de 2013

¿Y el "Súper Peso"?

Dicen que todo lo que sube tiene que bajar. Y esta máxima aplica también en los mercados financieros.  
Así el dólar que llegó a venderse en 11.9598 pesos el pasado 9 de mayo, ahora luego de tres semanas, el billete verde recupera parte del terreno perdido en el año frente al llamado “Súper Peso”.

















Con datos de Banco de México, el tipo de cambio en el mercado interbancario finalizó en 12.8041 pesos por dólar, lo que representa ahora una marginal ganancia de la moneda mexicana de 0.51% frente al dólar en lo que va del año.
Sin duda, las especulaciones sobre el rumbo de los estímulos monetarios por parte de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés), el ajuste de posiciones por parte de los portafolios y la expectativa de que Banco de México anuncie un nuevo recorte a las tasas de interés hacen que el “Súper peso” desaparezca por el momento.
Y es que no se olvide que todo lo que baja también tiene que subir. No hay que olvidar que las apuestas a favor del peso son altas y sí la Fed mantiene el monto de su programa de compra de bonos podremos observar un regreso de la paridad cambiaria o si usted le gusta del “Súper Peso” 

E_mail: omarcancinoeco@gmail.com
Twitter: cancino_omar

lunes, 27 de mayo de 2013

Un vistazo al capital “golondrino”


Si algo se observa con bastante interés es la evolución de los flujos de capital extranjero que han llegado con fuerza en los últimos años.
Con cifras de la Balanza de Pagos de México en 2012, la inversión extranjera de cartera en instrumentos gubernamentales alcanzó un monto de 46,642 millones de dólares, 48% más que en 2011, cuando el total se ubicó en 31,650 millones de dólares.
Y con datos del primer trimestre del 2013, los flujos de capital extranjero siguen llegando y a fin de marzo tienen un saldo de 9,339 millones de dólares.
Si bien el dinero externo llegó en menor ritmo comparado a lo captado en el periodo de enero a marzo del 2012 y respecto al último trimestre del año pasado, los extranjeros siguen colocando sus recursos en papel gubernamental. (Ver Gráfica 1)
















Sabemos que estos recursos no sólo complementan el ahorro interno de una economía, sino también generan preocupaciones sobre sus posibles efectos para quienes la reciben.
La crisis financiera de 1994 puede recordarle lo caprichosa que es la llamada inversión “golondrina”. Y se le dice así porque tan pronto llega, también rápido se va.
Por esa razón, el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF) en su informe anual 2012 puso como uno de los principales riesgos que podría enfrentar la economía mexicana a la salida de capital externo.
También el Banco de México (Banxico) dice tener su mirada puesta en el comportamiento del capital “golondrino”.
Lo que es un hecho es que la economía mexicana pese a tener un desempeño mediocre en términos de crecimiento económico es puesta de ejemplo por las calificadoras de riesgo crediticio y organismos internacionales por su disciplina monetaria y fiscal, lo cual llena el ojo al dinero externo.   
Y sí usted le suma las bajas tasas de interés que predominan en las economías avanzadas y las políticas monetarias expansivas de los bancos centrales, pues el atractivo en los activos mexicanos es doble por el diferencial en los rendimientos.
Si bien es cierto, este diferencial en los premios al capital está disminuyendo con el avance de la inflación y luego de que Banco de México (Banxico) decidiera bajar su tasa objetivo de 4.5% a 4% el pasado mes de marzo, los  flujos de extranjeros siguen su preferencia por los papeles gubernamentales.
Con información más reciente del Banxico y actualizada al día 14 de mayo de este año, confirma que el saldo a valor nominal de la tenencia de residentes extranjeros en títulos gubernamentales se coloca en 1.74 billones de pesos (bdp), (Ver Gráfica 2)


Y le comento que esa cifra que mantienen los extranjeros es equivalente a 143,664 millones de dólares, lo que supera la deuda externa del sector público contabilizada al primer trimestre que se ubica en 124,016.4 millones de dólares.
Así que pese al anuncio de Banxico los portafolios de inversión tienen gran parte de los valores gubernamentales en su bolsa y los números anteriores le dicen el tamaño y el compromiso que se tienen con los fondos externos.  
Y le comparto otro dato. Al final del 2012, la participación de extranjeros se colocaba en 37% del total en circulación, nivel muy por encima de lo que reporta Brasil, donde los flujos de capital mantienen 13% del papel brasileño.
Se comenta que el instituto central puede anunciar otro recorte a las tasas de interés, pero siempre y cuando se cumpla su escenario que marco en su más reciente reporte de inflación del primer trimestre.
En ese documento la autoridad monetaria menciona que el incremento de precios que hoy se experimenta y que tiene la tasa de inflación a la primera quincena del mes de mayo en 4.72%, arriba de su rango de tolerancia y lejos de la meta de 3% empezará a converger con su objetivo, una vez que los factores transitorios se hayan desvanecido.
Si se cumple lo proyectado por Banxico y con una economía en etapa de desaceleración, entonces habrá grandes posibilidades para otra baja en las tasas de interés, lo que provocará que sean menos atractivos para los portafolios de inversión los papeles gubernamentales.
Nada más recuerde que Banxico ya hizo ese movimiento y los flujos de capital continuaron su llegada, aunque con menor fuerza.
Así que será interesante observar el comportamiento de los inversionistas extranjeros sí el banco central decide actuar en momentos en donde sus compañeros de la Reserva Federal debaten el camino a seguir y buscan una  salida a sus programas de expansión monetaria.
Lo que puede venir
Y dicen que para muestra un botón. Precisamente, en la semana pasada, la especulación sobre el rumbo del estímulo monetario por parte de la Reserva Federal provocó un reacomodo de posiciones a nivel global en los mercados.
En México, las tasas de interés presentaron incrementos en todos sus plazos y el tipo de cambio también resintió el ajuste de los portafolios de inversión.
Por ejemplo, el papel gubernamental a cinco años en el mercado secundario de dinero registró un alza de 59 puntos base y termino con un rendimiento de 4.58 por ciento (Ver Gráfica 3)


















El peso también se contagió de la volatilidad y del fortalecimiento del dólar en los mercados internacionales.
Así el tipo de cambio en el mercado interbancario cerró a la venta en 12.5272 pesos por billete verde, lo que representó una perdida semanal de 1.57% o 19 centavos frente al dólar.
El principal pretexto fueron las diferentes opiniones de los integrantes de la Fed y la información domestica que presenta un complicado escenario económico que observa menores perspectivas de crecimiento, inflación lejos de la meta e incremento del desempleo.
Tal vez sea el principio de un reacomodo de portafolios a nivel global, aunque todavía es prematuro afirmarlo, pero sin duda es una buena fotografía de lo que se podía venir en un futuro próximo.
Las autoridades de Hacienda y Banxico se dicen estar listas para cualquier contingencia, pero hasta el momento nadie sabe el momento, ni el día en que el dinero externo empezará a buscar con mayor fuerza otros horizontes.
Nada es para siempre
Ya son cuatro años y meses en que la Reserva Federal de los Estados Unidos, el banco central más influyente en los mercados, mantiene entre 0 y 0.25% las tasas de interés.
Y si bien los programas de flexibilización monetaria y los bajos réditos han ayudado a estabilizar a la principal economía del mundo, las especulaciones sobre el siguiente paso del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) están en el momento más alto.
La Fed se dice lista para actuar. Pero todavía Ben Bernanke, presidente del banco central y demás integrantes no están seguros del camino a seguir.
Según Bernanke, las cifras económicas todavía no arrojan señales claras sobre el rumbo de la economía estadounidense y desea evitar a toda costa que los mercados experimenten sobresaltos ante cualquier decisión que tome la junta de gobernadores.  
Y para eso, el presidente de la Fed en las últimas minutas de la reunión anterior mando a todos los miembros del FOMC a estudiar los escenarios posibles para iniciar la estrategia de salida que empezará a ser discutida en la próxima junta a celebrase los días 18 y 19 de junio.
Se viene otro gran reto para la Fed. Pero hoy  se encuentra como “Alicia en el País de las Maravillas”: No sabe qué camino tomar.  

E-mail:omarcancinoeco@gmail.com
Twitter: cancino_omar

lunes, 20 de mayo de 2013

El fin de un pronóstico


Todos a principios del año hacemos planes con los mejores propósitos para llevarlos a cabo en el periodo que comienza.
Expresar a nuestros amigos y conocidos buenos momentos para la nueva etapa es una característica de ese espacio de tiempo. Y es que a nadie le gusta que le digan lo contrario.
Así también lo hacen desde los organismos internacionales, empresas, analistas hasta los gobiernos de las naciones en el momento de proyección de las variables macroeconómicas.
En México, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) es la encargada de poner sobre la mesa el escenario económico en el año por venir.
Y para esto prepara con anticipación los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) que es el documento base con que cuenta el gobierno para llevar a cabo su tareas y objetivos. (Ver Cuadro 1)


Pero a medida que transcurre el tiempo y los meses, nos enfrentamos a una realidad muy distinta que nos hace pensar, sí nuestros objetivos se van a cumplir o existe la necesidad de ajustar nuestra lista de propósitos.
Y precisamente eso fue lo que le paso a la SHCP que finalmente tuvo que aceptar la realidad económica y enviar el mensaje de que no solo habrá un menor crecimiento, también podría haber necesidad de apretar el cinturón.
Los datos lo venían diciendo pero finalmente la cifra del Producto Interno Bruto (PIB), el indicador que registra el desempeño de una economía, al primer trimestre del año convenció a la SHCP que su buena intención de crecer 3.5% era ambiciosa en un ambiente de baja actividad mundial.
Así el Instituto Nacional de Geografía Informática e Estadística (INEGI) lo dejó en claro y anunció que durante los primeros tres meses del año, la actividad económica creció 0.08 % a tasa anual, siendo el menor avance en los últimos tres años. (Gráfica 1)


















Pero sí observamos respecto al último trimestre del 2012 con cifras ajustadas por estacionalidad, la economía avanzó 0.45%, señal que hace evidente el momento de desaceleración que se vive.
Ahora los economistas de la autoridad hacendaria reconocen que la economía mexicana no crecerá 3.5%, tal como estaba establecido en los Criterios Generales de Política Económica (CGPE), sino ahora proyectan un avance de 3.1 por ciento. 
Por esa razón, los organismos internacionales y demás analistas que sí habían aceptado la información que enviaban las cifras, modificaron con anticipación sus pronósticos de crecimiento. (Cuadro 2)

 


Ya con la estimación de 3.1% y con los pronósticos del cuadro 2, observamos que la SHCP ahora está del lado de los más pesimistas.
Pero no por mucho tiempo porque los demás participantes van asimilar la información del INEGI y la nueva estimación de Hacienda, por lo que próximamente también tendrán que ajustar sus proyecciones.
Y es que se observan muchos claroscuros en el rumbo de la economía. Las exportaciones no petroleras, principal motor de la actividad interna, están resintiendo el menor dinamismo del vecino del norte que avanza a ritmo lento pero todavía tiene un camino difícil por recorrer.
También la baja en el gasto está contribuyendo a este comportamiento de la actividad.
Tan sólo en el primer trimestre del 2013, la SHCP reportó una disminución de 11% en el gasto programable como consecuencia de una aprobación más tarde de lo acostumbrado del Presupuesto de Egresos de la Federación por parte del Congreso de Unión.
Dicen que la realidad es dura pero necesaria para aterrizar los pies sobre la tierra.
Lo bueno de la decisión de la SHCP es que acepta este nuevo escenario y deja de pensar en cifras imaginarias.
Hay avances y tenemos estabilidad macroeconómica. Pero el reto es impulsar el crecimiento económico. Ahí está la principal tarea que tenemos pendiente.

Twitter: cancino_omar
omarcancinoeco@gmail.com



lunes, 13 de mayo de 2013

El lado obscuro del Superpeso


Los dimes y diretes sobre el nivel de la moneda mexicana están a la orden del día. Y es que nuevamente el peso o superpeso como se le llama está en el punto a discusión.
Ya sea a la baja o a la alza, el nivel del  tipo de cambio siempre es un buen motivo para iniciar una  plática entre nosotros los mexicanos.
La experiencia nos dice eso porque recordamos los momentos de sinsabores que nos trajeron las épocas de devaluación. 
Tal vez usted recuerde en aquel lejano  1982, donde en su último informe de gobierno,  el presidente José López Portillo salió con la frase: “Defenderé el peso como un perro” y después ya sabe lo que paso. O recuerde en 1994 el llamado “error de diciembre” que nos hizo despertar  de manera abrupta de un sueño  donde estábamos por  pasar al primer mundo.
Esas lecciones  de crisis cambiarias las hemos aprendido muy bien y por supuesto pagado a un alto costo.
Desde 1994, la economía mexicana tiene un régimen de tipo de cambio flexible, donde la oferta y demanda fijan el valor del peso frente al dólar, siendo responsabilidad de ejecutar la política cambiaria una Comisión de Cambios, integrada por funcionarios de la Secretaria de Hacienda y Banco de México
Y sin duda ha probado su eficacia en momentos de gran volatilidad financiera como la crisis asiática, el desplome de las acciones tecnológicas, el efecto samba y claro desde 2008 la severa contracción económica que vivimos actualmente.
Pero llega un momento en que se tiene que pensar dos veces sobre el comportamiento del tipo de cambio. Y eso es lo que está ocurriendo.
Breve historia del superpeso
En lo que va del año, el peso registra una ganancia de 6% frente al billete verde que en el mercado interbancario se vendió el viernes pasado en 12.0986 pesos por dólar. Con este avance, el peso se consolida como la divisa de mejor desempeño en 2013.

    Gráfica 1

  


Parte del positivo avance del peso se explica en la respuesta a la crisis económica. Los bancos centrales se han dedicado a inyectar dinero fácil y mantener bajas las tasas de interés para reactivar la producción y el empleo.
Por eso los caprichosos flujos de capital que anteriormente estaban a salvo en las economías desarrolladas están a la búsqueda de mejores oportunidades y México es de los preferidos.
Pese a las menores perspectivas de crecimiento, la estabilidad y los buenos números macroeconómicos llenan los ojos de los capitales extranjeros. Pero hay algo que también saborean y son el diferencial en tasas de interés.
Por esa razón, la inversión extranjera en cartera supera y por mucho a la Inversión Extranjera Directa (IED), esta última es la que genera empleos y  deseamos llegue en mayor monto en los meses por venir.
Con cifras de la Balanza de Pagos de 2012, la IED  se ubicó en 12,659 millones de pesos, el menor monto en una década. Y la otra cara de la moneda se tiene en el saldo de la inversión de cartera que al finalizar el año pasado contabilizó un total de 73,380 millones de dólares y de los cuales 46,642 están colocados principalmente en valores gubernamentales.
Ya Don Agustín Carstens, gobernador del Banco de México puso el dedo sobre el renglón al mencionar que uno de los riesgos que existen es la reversión de los flujos de capital ante el retiro del estímulo monetario en las economías avanzadas. 
Pero nuestro doctor dice que si eso llegase a suceder para eso está el blindaje financiero que actualmente suma un total de 241,145 millones de dólares, parte de las reservas internacionales y la otra en una línea Contingente de Crédito contratada con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Dicen que nada es para siempre. Y las bajas  tasas de interés  que permanecen hoy en las economías desarrolladas tendrán que tener su punto de inflexión.
Según analistas, observan que la Reserva Federal comenzará a subir los rendimientos en 2015. Pero antes de hacer ese movimiento apagará la máquina de impresión de dinero, lo que será el principio de una gran prueba que tienen por delante las monedas de las economías emergentes.
Así que  es positivo que las autoridades monetarias tengan  en mente ese escenario. Por lo pronto, el manejo macroeconómico  ha recibido aplausos de la calificadora Standard & Poor´s y Moody´s. Pero Ficth Ratings no solo aplaudió, sino sorprendió al elevar la nota de la deuda soberana del país de “BBB” a “BBB+”, algo que no sucedía desde hace seis años.
Las señales positivas se están enviando y con el diferencial en tasas, los flujos de capital llegan y llegan al papel gubernamental. Y eso se observa en el nivel del tipo cambio.
Banxico y Hacienda lo observan
No lo dicen pero los ojos de SHCP y Banxico están puestos en el rumbo del peso. Sus acciones lo demuestran.
Luego de cuatro años de mantener sin cambio la tasa de referencia en 4.5%, la Junta de Gobierno del banco central anunció el pasado 8 de marzo una sorpresiva reducción de medio punto para dejar su principal instrumento en 4 por ciento.
Argumentos como un cambio estructural en la inflación, menor actividad económica y el relajamiento monetario en el exterior hacían insostenible una tasa de interés de 4.5 por ciento.
Y vino después la voz de la Comisión de Cambios que anunciaba el 8 de abril que dada la liquidez que predomina en el mercado cambiario y la reducción de la volatilidad en los mercados financieros, retiraba el mecanismo de venta contingente de dólares que había sido puesto en marcha en los días en que se vivía una gran incertidumbre  y tenía por objetivo evitar fuertes sobresaltos en la paridad cambiaria.
Pero el mercado esperaba la reactivación de las opciones de venta de dólares al Banco de México que está bajo llave desde 29 de noviembre del 2011, una estrategia que le había servido a Banxico para incrementar las reservas internacionales. Sin embargo, la Comisión de Cambios no dijo más y se retiró del mercado.
Pese a esos dos movimientos el peso sigue su buen comportamiento frente a la divisa estadounidense, aunque si Banxico logra pasar sin contratiempo el incremento de precios y la tasa de inflación baja en el segundo semestre, no dude de que ejecutara otro movimiento en la tasa de interés.
Los impactos del Superpeso
Gran parte de la preocupación de Banxico y Hacienda es por los efectos que está dejando el superpeso.
Al finalizar el primer trimestre de 2013, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció una  caída de 9% en ingresos petroleros como motivo de un menor precio de la mezcla mexicana de petróleo y una apreciación de la paridad cambiaria de 7.8 por ciento.
También se observa  ese dinamismo en la balanza comercial, donde las exportaciones no petroleras en los primeros meses del año presentan un menor dinamismo, al acumular una ligera alza de 0.1 por ciento. 
Y mientras las ventas al exterior van lentas,  las importaciones crecen en bienes de consumo y capital avanzan a una tasa de 6.5% y 1.4%, respectivamente,  señal que el nivel del tipo de cambio está favoreciendo.
Y el superpeso  hace de las suyas en las remesas que envían los trabajadores en Estados Unidos. Por ejemplo, Banxico informó que en el primer tramo del año, los ingresos  sumaron 4,847 millones de dólares, lo que representa  una caída de 10% en relación con el mismo periodo del año anterior.  
Así los familiares de estos trabajadores reciben menos dólares que valen menos pesos porque con cifras de Banxico, cada dólar que ingresaba por esta vía se intercambiaba en 12.99 pesos en promedio durante el primer trimestre del 2012. En los primeros tres meses del  2013, esta transacción tuvo un tipo de cambio de  11.85 pesos por billete verde.
Y si Hacienda le duele la baja en los ingresos petroleros, en el Estado de Resultados del  Banco de México se resume por completo el efecto del superpeso.
Con datos de Banxico, en 2012 el instituto central informó que registró una pérdida por fluctuaciones cambiarias de 144,031 millones de pesos que junto con factores financieros ascendió a un total de 189,694 millones de pesos para tener finalmente una contracción de 194,706 millones de pesos contabilizando sus gastos de operación.
Y es que durante 2012 y 2011, el Banco de México acumuló un total de 49,918 millones de dólares, principalmente por las compras a Petróleos de Mexicanos (Pemex) y el gobierno federal, lo que también implica un mayor monto de pesos en circulación que Banxico tiene esterilizar para cumplir con su objetivo de estabilidad de precios.
Pero también tiene su lado negativo porque el banco central pierde su calidad de acreedor frente a las instituciones bancarias, al aumentar sus pasivos en moneda nacional.
Podemos decir que la apreciación del peso, el flujo de dólares y  las menores tasas de interés en el exterior le está costando trabajo al Banco de México.
Y es ahí donde el superpeso tiene su lado obscuro y del porque Banxico mencionó en su último comunicado de política monetaria  que los flujos de capital han apreciado de manera considerable al peso que hoy muchos llaman SUPERPESO.

Twitter: cancino_omar           
 e-mail: omarcancinoeco@gmail.com

lunes, 6 de mayo de 2013

Más allá de las cifras de desempleo


Hay un dato económico que muchos gobiernos quisieran que los organismos de estadísticas no publicaran en épocas de crisis. Y ese dato es el nivel de desempleo.
Tras cinco años de haber iniciado la contracción económica, la severa crisis global está dejando sin esperanzas de encontrar un puesto de trabajo a millones de jóvenes en el mundo y gente con experiencia que todavía se encuentra en la fuerza laboral.
Y eso lo podemos observar en los reclamos que hacen esta parte de la población económicamente activa.  Ese mensaje que lanzan es muy importante porque nos están diciendo que las medidas para enfrentar el caos económico no hacen todavía el efecto deseado o van en el camino equivocado.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reportó un total de 197 millones de personas sin empleo en 2012 y anticipa que en el 2013 este número se incrementará hasta llegar a la cifra de 202 millones de personas desocupadas, lo que pone de manifiesto el elevado costo que se está pagando por no poner orden en los desequilibrios macroeconómicos.
Y lo más grave es que los jóvenes son los que están viviendo esta amarga experiencia. Estimaciones de la OIT revela que la tasa de desempleo juvenil que en 2012 alcanzó 12.6% se incremente hasta alcanzar 12.9% en 2017.
Sin la creación de empleo, una economía pierde su potencial de crecimiento económico presente y futuro.
Y los efectos de la crisis también se pueden observar en la economía mexicana y por supuesto en la población juvenil.
Al finalizar el 2012, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) anunció que había un total de 2.5 millones de personas desocupadas con una tasa de desempleo ajustada por estacionalidad –elimina las fluctuaciones de la variable por efectos en el año- de 4.96 por ciento.
Ahora al mes de marzo, el INEGI publicó que durante el primer trimestre del año se registró una tasa de desempleo de 5.01%, cifra mayor en 0.05 puntos al último periodo de 2012. Así que la fotografía sigue mostrando que falta mucho por hacer.
Gráfica 1
Tasa de desocupación nacional a marzo de 2013
(Porcentaje de la PEA)
                                                       Fuente: INEGI

Lo observamos en las cifras. Por ejemplo, 25.5% de los desocupados no completó los estudios de secundaria, en tanto que los de mayor nivel de instrucción representaron al 74.5 por ciento. Entonces, tenemos población económicamente activa preparada con conocimiento pero la economía no crea empleos calificados, lo que también daña nuestra productividad.
Precisamente eso está provocando que nuestro mercado laboral presente el mismo comportamiento que a nivel mundial, donde la tasa de participación, aquellos que están en la fuerza laboral, va a la baja porque no hay expectativas de encontrar un puesto de trabajo.
Y también la tasa de informalidad que publica el INEGI pone sobre la mesa que el problema del empleo va más allá. Así en último mes del trimestre, este indicador  se ubicó en  28.64%, lo que nos dice que nuestra economía tiene dificultades para crear suficientes empleos y satisfacer la demanda y por eso muchos deciden optar trabajar en la economía informal.
Precisamente la informalidad es el mayor reto para la economía mexicana porque son recursos que el gobierno no capta y tampoco reciben los institutos de seguridad social.
Pero gracias a esta válvula de escape nuestro problema de violencia no ha sido mayor, si usted me permite decirle así porque en la realidad tenemos un índice mayor a lo que nos comentan las autoridades.
Así que si los gobiernos no empiezan a generar pronto oportunidades en vez de anunciar recortes, tal como sucede en Europa, el problema del desempleo puede convertirse pronto en algo mayor de lo que ya es para la economía.
Los encargados de esa responsabilidad deben de escuchar ese mensaje de insatisfacción a lo ancho del mundo. 
Hoy los bancos centrales están actuando, pero lo que están haciendo es poner otra vez las condiciones necesarias para que la economía retome sus perspectivas de crecimiento, pero ellos no  tienen la responsabilidad de generar puestos de trabajo.  

jueves, 2 de mayo de 2013

Los miedos de la FED


La Reserva Federal, el influyente banco central de Estados Unidos, sabe que la economía está al borde de un terreno peligroso.
Y por esa razón, la Fed como también se le conoce a la autoridad monetaria de ese país, dejó sin cambio la tasa de interés que permanece desde diciembre de 2008 entre 0 y 0.25% y  confirmó su política de flexibilización cuantitativa (QE, por sus siglas en ingles), herramienta que consiste en comprar activos financieros por un monto mensual de 85,000 millones de dólares para apuntalar el crecimiento económico.
Según la Fed, la política fiscal restrictiva –incremento de impuestos y recortes al gasto público- está impactando la economía, pero hasta el momento los datos no son lo suficientemente contundentes para modificar las perspectivas.
Pero Ben Bernanke, presidente de la Fed y demás gobernadores que integran el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en Ingles) lanzaron el mensaje de que están listos para actuar si fuera necesario.
Aquí la frase que destacó la Fed en su comunicado y tiene a todos los analistas con el ojo puesto: “El Comité está preparado para aumentar o reducir el ritmo de sus compras de activos para mantener la política acomoditicia adecuada si las perspectivas en el mercado laboral e inflación llegan a cambiar”
La Reserva Federal tiene como mandato la estabilidad de precios junto con la meta de llevar a la economía a máximo empleo.
Dadas las circunstancias del momento actual, la Fed estableció como objetivos una tasa de desempleo de 6.5% y una inflación de 2.5 por ciento.
Hoy la economía estadounidense sufre los estragos de un alto desempleo que se ubicó en 7.6% durante marzo y una inflación en 1.1%  medida por el Deflactor Subyacente de los Gastos de Consumo (PECD, por sus siglas en ingles), un indicador que excluye los volátiles precios de la energía y alimentos. Esta es la cifra preferida de la Fed para observar el rumbo de los precios. (Gráfica 1)


Lo que es un hecho es que los debates sobre la posibilidad de poner fin a los programas de compras de activos, tema que se había tratado con intensidad entre los miembros del FOMC en sus reuniones anteriores, parece haber cambiado ahora por una inclinación a imprimir más billetes verdes para salvar a la mayor economía del mundo de experimentar una caída generalizada en los precios, lo que se conoce como DEFLACIÓN.

Así que la Reserva Federal vigilará estos dos indicadores. La tasa de desempleo viene presentando una caída, lenta pero lo está haciendo. Sin embrago, no se explica por la creación de puestos de trabajo, sino por el retroceso en tasa de participación, lo que indica que los que buscan empleo salen de la fuerza laboral porque no encuentran oferta de trabajo. (Gráfica 2)




Pero si los precios siguen cayendo y empiezan a mostrar con más fuerza una debilidad de la economía con un comportamiento precavido del lado del consumidor. No dude usted que de Ben Bernanke y compañía lancen otra dosis de expansión monetaria.
La próxima reunión del FOMC será el próximo 18 y 19 de junio, encuentro donde la Fed publicará sus proyecciones económicas y el presidente hablará con la prensa. Habrá que estar al pendiente.