domingo, 25 de septiembre de 2016

No todo es culpa de Mr. Trump

Un deslucido Grito de Independencia como el llamado Efecto Trump han contagiado el rumbo de la moneda mexicana.

Son días oscuros para el peso.  

En ventanilla bancaria, donde podemos comprar usted y yo, el billete verde se vendió por arriba de los 20 pesos por dólar.

¡Si, veinte pesos por one dollar!

El pasado viernes, el Banco de México anunció que el tipo de cambio Fix – todos los días la autoridad monetaria realiza una encuesta a las 12:00 con diversas mesas de cambios para determinarlo – se ubicó en 19.7211 pesos por dólar.

Eso implica que el peso registró una pérdida semanal de 2.39%, y la moneda estadounidense un avance de 2.44 por ciento.

Hemos visto un intenso rally alcista del billete verde de los últimos días. Hoy la moneda mexicana es la más golpeada de entre todas las divisas de mercados emergentes.

La posibilidad  de que la Comisión de Cambios (Hacienda-Banxico) retome los mecanismos de intervención es mínima.

Recuerde el “jalón de orejas” del Fondo Monetario Internacional (FMI) a las autoridades financieras  por “meter las manos” al mercado.

No olvide que la dupla Hacienda-Banxico gastó 27,000 millones de dólares de las reservas internacionales en defender al peso.

Una “billetiza verde” inútil fue la que soltaron  Videgaray-Carstens.

La última resolución de la Comisión de Cambios fue dejar actuar (vender dólares de las reservas) de manera discrecional a Banxico en caso de un desorden en el mercado cambiario.

Pero, eso no indica que se mantengan al margen. Sin duda, Hacienda y Banxico lo están vigilando con mucho cuidado.

Hay una serie de factores que están presionando con fuerza al tipo de cambio.

Muchos tienen al candidato presidencial por el Partido Republicano, Donald Trump, como el villano favorito de la historia.

Su ascenso en las encuestas presidenciales tiene nervioso hasta el mismísimo Presidente Barack Obama.

La probabilidad una victoria en los comicios electorales del próximo 8 de noviembre se incrementa día a día.

Los resultados del primer debate presidencial de hoy lunes será un factor de vital importancia a seguir. Aquí dependerá el Efecto Trump.

Otro factor es la evolución de los precios del petróleo. La OPEP habrá de reunirse de manera informal para valorar la situación que prevalece en el mercado petrolero.

México necesita impulsar la producción petrolera. La implementación de la Reforma Energética va a paso lento.

Pero, tal vez, la depreciación del peso sea explicada por el deterioro de la balanza de pagos. Si se revisan los datos de la cuenta financiera se dará uno cuenta que el apetito de los capitales foráneos es cada vez menor.

El déficit en cuenta corriente está creciendo, y junto a la contaminación por la depreciación del peso en los precios tiene preocupado a Banxico.

Y todo esto en el marco de que la Reserva Federal retome el camino de la normalización monetaria en diciembre próximo.

Cierto, una vez más envían el mensaje de que el ciclo alcista en las tasas de interés será de manera gradual.

Ante este entorno es necesario mandar señales de certidumbre.

Ya Hacienda puso sobre la mesa su plan de ajuste. En el debate, hay voces encontradas. 

Ahora las miradas están en Banxico.

¿De cuánto será el aumento a la tasa objetivo que anunciará nuestro banquero central para calmar al mercado?

Veamos la dosis y el mensaje que lanza Banxico.

Twitter: @cancino_omar
E-mail: omarcancino_nyg@hotmail.com
  

domingo, 11 de septiembre de 2016

El reto de Meade

Los tiempos de Luis Videgaray Caso, el llamado “hombre fuerte” del sexenio han terminado.

Por más que lo quieran justificar, Videgaray deja sobre su escritorio resultados insuficientes a los que prometió.

Los errores y la soberbia que lo caracterizaba hicieron que el “alfil oscuro” como le llamamos en este espacio desapareciera del tablero.

Se va de Hacienda, pero la sombra seguirá omnipresente en lo que resta de la administración del presidente Peña Nieto

Le invito a que observe con cuidado el escenario.

José Antonio Meade Kubreña es el nuevo encargado de las finanzas públicas.

Su nombramiento es un mensaje  de tranquilidad a los portafolios de inversión, puesto que no desconoce el puesto y tiene la experiencia.

Pese a las cartas credenciales que posee, la tarea que tiene por delante el secretario de Hacienda no es nada fácil. El panorama externo e interno luce más que complicado.

Bien hace Hacienda en reconocerlo en los Criterios de Política Económica (CGPE).

Le habíamos anticipado que la medicina que iba a recetar el doctor sería con sabor amargo.

Pues bien, sin margen para subir impuestos, ni endeudarse más, el recorte al gasto neto pagado es por un total de 1.7% del Producto Interno Bruto (PIB) o en términos monetarios de 239,700 millones de pesos.

Esa cifra representa dos veces el presupuesto de la Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL) y cinco veces los ingresos del ISSSTE.

El esfuerzo es para buscar por primera vez desde 2008 un superávit primario de 0.4% del PIB en 2017, mayor a lo propuesto en un inicio.

A todas luces Hacienda quiere hacer un esfuerzo adicional para mandar confianza al exterior.

Recuerde que las calificadoras de riesgo crediticio observan con detalle  la evolución del país.

Lo que no gusta del paquete económico es que el gasto de capital –aquel que destina a infraestructura y genera empleos- va a disminuir 26.8% en términos reales.

Por esa razón, Hacienda espera que la economía presente un crecimiento de 2.5 por ciento.

Pero, donde se observa las presiones que tiene Meade Kubreña es en la evolución del gasto no programable – aquel que incluye el costo financiero de la deuda, las participaciones a estados y municipios y los adeudos fiscales anteriores- el cual se incrementará el próximo año 12.1 por ciento.

Nos presumen que habrá una reducción en  el gasto corriente. Esa es una buena noticia. Lamentablemente, le que tengo que decir que  pese a eso es demasiado costoso mantener a la burocracia.

Le invito a revisar el Proyecto de Presupuesto de Egresos para 2017. Ahí se podrá dar cuenta de los sueldos y prestaciones, que sin duda ofenden a millones de mexicanos que ganan un salario mínimo.   

La discusión sobre el Paquete Económico habrá de comenzar.

Lo que si no se debe olvidar es que la economía mexicana presenta una aceleración del endeudamiento público y un desequilibrio externo.

Insisto, la tarea del nuevo secretario de Hacienda es restablecer la disciplina fiscal, pero no sólo en el discurso, también en los hechos.

¿Podrá José Antonio Meade Kubreña con el reto que tiene por delante?

Twitter: @cancino_omar
E-mail: omarcancino_nyg@hotmail.com

domingo, 4 de septiembre de 2016

El alfil oscuro

Luis Videgaray Caso no debería seguir despachando en las Oficinas de Palacio Nacional.
Su estrategia económica no ha tenido el éxito que se anticipó a principios del sexenio.
Si alguien debe pagar los “platos rotos” por una economía que no crece, es precisamente él.
Y,  mucho menos ahora que sabemos que Videgaray fue el enlace para la reunión entre el polémico candidato republicano Donald Trump y el Presidente Enrique Peña Nieto
Sin duda, el gran perdedor de ese encuentro fue el Primer Mandatario.

Videgaray se justifica una y otra vez diciendo que el complejo entorno externo es el culpable de que las cosas no hayan salido como se planearon.
¡Échenle la culpa a los precios del petróleo!
Lamentablemente, la soberbia que lo caracteriza, y la indecisión del presidente Peña Nieto; lo mantienen al frente del manejo de las finanzas públicas del país.  
Recuerde que hace algunos años Videgaray nos vendió la idea de que con la Reforma Fiscal habría recursos, y que se gastaría mejor para reactivar el crecimiento económico.
Lo primero fue cierto, desafortunadamente lo segundo no lo hemos visto hasta el momento.
Nos llegó a decir que también habría un incremento en los niveles de endeudamiento del país. Y que esos recursos se utilizarían para contrarrestar el débil desempeño económico.
Luego vino la estrategia del llamado Presupuesto Base Cero que buscaba hacer más eficiente el gasto público.
Pero, el gasto en pensiones y jubilaciones, la prestación de servicios públicos, las aportaciones y participaciones estatales, hacen el camino complicado.    
Hoy con los datos sobre la mesa observamos que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) –la medida más amplia de la deuda pública -  se ubique a finales del presente ejercicio en 50.5% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que representa un avance de 2.7 puntos respecto a 2015.
Eso es precisamente lo que hizo que las calificadoras de riesgo crediticio salieran al paso.
¿Qué podemos esperar del Paquete Económico 2017? Pues, le anticipo que la medicina que recetará el Doctor Videgaray tendrá un sabor amargo.
Lo han dicho muchas veces:” Para salvaguardar la estabilidad macroeconómica, no importa sacrificar décimas de crecimiento”.
Por lo pronto, Hacienda anunció una disminución en los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP). Con esto las necesidades de financiamiento del gobierno y las entidades pasarán de 4.1% a 3% para el cierre del año fiscal.   
Don Agustín Carstens, gobernador del Banco de México sabe bien que el ajuste fiscal es impostergable.
Nuestro polémico secretario de Hacienda tiene la tarea de lograr un superávit público para el próximo año.
Esa señal la esperan los portafolios de inversión, calificadoras y el mismo Banxico.
El lado negativo es que los esfuerzos de consolidación fiscal que se van a poner en marcha van a golpear una economía demasiado endeble. 
Pese a los malos resultados y torpezas, las palabras del Presidente Peña Nieto nos indican que Videgaray continuará  en Hacienda.
¿La arrogancia seguirá su curso?
Twitter: @cancino_omar