lunes, 25 de agosto de 2014

Capitulo II: Las #ReformasenAcción

El próximo 1 de septiembre, Enrique Peña Nieto, presidente de México rendirá su segundo Informe de Gobierno.

Con ese acto se abrirán también los trabajos del Poder Legislativo.

Lo que es un hecho, es que el informe presidencial no despierta el interés de los tiempos de antes.

Gran parte de eso sucede porque se crean expectativas mayores a lo esperado.

Entre la mayor parte de la población existe un alto grado de escepticismo.

Nada más recuerde la vez que nos prometieron que con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC o NAFTA, por sus siglas en inglés) las puertas del primer mundo se abrirían de par en par.

El despertar de ese primero de enero de 1994 nos enseñó ese otro México que reclama hasta hoy justicia. 

Sabemos que la credibilidad es un activo muy importante. Y cuando se pierde, es difícil recuperarla de manera instantánea.

Y en esta semana previa a lo que se llamó años atrás el “Día del Presidente”, habrá varios análisis sobre lo hecho por quién ejerce el Poder Ejecutivo.

Comenzarán a promocionarse esos spots también producidos en los medios de comunicación y que son pagados por los impuestos de todos. 

Enrique Peña Nieto, presidente de México, presumirá con fuerza en su segundo informe de gobierno los cambios estructurales.

Tal vez, la agenda de reformas estructurales no sea la mejor, pero lo que no se vale es crear expectativas más allá de lo posible.

Se lo digo por aquello de que con la Reforma Energética bajarán los precios del gas y de la luz.

Una vez más, escucharemos un discurso lleno de optimismo sobre el rumbo del país.

La aprobación a la gestión presidencial tampoco tiene buenos números.

Ya revisaremos con detalle las encuestas de opinión.

Con la promulgación de las leyes secundarias de la Reforma Energética, la administración del hombre que vive en la Residencia de Los Pinos toma una nueva dosis de “aire fresco”.

Pese a que digan lo contrario, el país todavía vive un clima de inseguridad que obstaculiza el crecimiento económico.

Nos podrán ofrecer cifras, gráficas y demás datos, pero lo cierto es que la realidad es otra.

De norte a sur, el crimen organizado es la principal amenaza. Nadie ésta a salvo.

La debilidad económica y la falta de empleo hacen que el escenario sea más difícil.

La promesa ésta en que vendrán tiempos mejores.

Si bien es cierto, el crecimiento económico es insuficiente para los retos que enfrenta México, los buenos deseos existen.

En los primeros días de septiembre, Hacienda entregará los Criterios Generales de Política Económica (CGPE)

La administración del presidente Enrique Peña Nieto tiene que dejar el discurso de las reformas estructurales y empezar a dar resultados.

El 2015 es un año electoral. Ya los diferentes partidos políticos comienzan a preparar sus estrategias.

Lamentablemente, las descalificaciones y los escándalos siguen presentes en el debate.

No basta tener el lema "Reformas en Acción", la tarea más importante está por venir. 

¿Un nuevo México?

E-mail: omarcancinoeco@gmail.com
Twitter: @cancino_omar

lunes, 18 de agosto de 2014

¿Regresa el "súper peso"?

Le propongo que dejemos de llamarle así a la divisa mexicana: ¿Qué dice?

Sabemos que la prensa financiera disfruta de nombrarle de esa manera a la moneda nacional.

Como bien lo dijo el economista en jefe para América Latina del Banco Mundial, Augusto De la Torre, en abril pasado, "El peso es en este momento una de las monedas más atractivas y liquidas en el mercado internacional"

Lo que se observa en la reciente evolución del tipo de cambio es el aplauso de los portafolios de inversión a los anuncios de la administración del presidente Enrique Peña Nieto.
Desde que se aprobaron las leyes secundarias en materia energética, la moneda mexicana registra una ganancia frente al billete verde de 1.73 por ciento.

Con datos de Banco de México, en la última jornada de la semana pasada, el dólar en el mercado interbancario o "spot" se vendió en 13.0620 pesos.

Las tensiones geopolíticas y el nerviosismo sobre el rumbo que tomará la Reserva Federal habían presionado al tipo de cambio que llegó a venderse en 13.2925 pesos por billete verde.

La promulgación de las leyes secundarias de la Reforma Energética viene a darle una nueva dosis de optimismo.

Se habla de que la economía vivirá mejores tiempos en el segundo semestre del 2014.

Hay señales positivas. Los últimos indicadores así lo dicen; pero todavía no lo son de manera contundente.

Una vez más, los pronósticos económicos vuelven a revisarse.

Y en esta ocasión, le tocó el turno al gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.

Ya con más información disponible, la autoridad monetaria baja su estimación de crecimiento de la economía mexicana para 2014.

Según Banxico, la actividad productiva presentará un avance de entre 2 y 2.8%, en vez del 2.3 a 3.3 por ciento.

Como toda noticia tiene un lado negativo y otro positivo, diremos que la primera no sorprende.

¿Y la buena?

Pues que nuestro banquero central cumple con su papel de enviar ese mensaje de que vendrán tiempos mejores.

Y esto porque la estimación de crecimiento económico para 2015 se mantiene en el rango entre 3.2 y 4.2 por ciento.

Veremos muy pronto lo que dice la Secretaría de Hacienda (SHCP) al respecto.

Pero, el voto de confianza a los activos mexicanos ésta más que dado.

Los flujos de capital extranjeros siguen aumentando sus tenencias de valores gubernamentales.

Con datos de Banxico al 6 de agosto de 2014, los residentes en el exterior acumulan un total de 2.09 billones de pesos en títulos del gobierno, siendo los más solicitados los Bonos gubernamentales a largo plazo.

Las emisiones de papel nacional en el exterior también son bienvenidas.

En julio pasado, Hacienda colocó un total de 590 millones de dólares en Bonos a 3,5 y 10 años en el mercado japonés.

Los resultados de la subasta arrojaron el costo de financiamiento más bajo en la historia para una economía emergente.

Las bajas tasas de interés a nivel global en las economías desarrolladas hacen que los portafolios de inversión busquen maximizar sus utilidades en los mercados emergentes.

Y de todos, la economía mexicana es la que le llena los ojos al capital extranjero.

Las reservas internacionales junto con la Línea de Crédito Flexible (LCF) del Fondo Monetario Internacional (FMI), el “escudo” financiero se ubica en 262,474 millones de dólares.

La prueba de fuego para la divisa nacional vendrá con la ejecución de la política monetaria por parte de la Reserva Federal.

Los ojos del mundo financiero están puestos en Janet Yellen, la presidenta de la Fed y demás integrantes del FOMC.

Las voces del banco central insisten en que el alza de las tasas de interés será de manera gradual.

Dicen que la confianza se pierde en un abrir y cerrar de ojos.  ¡Cuidado! 

E-mail: omarcancinoeco@gmail.com
Twitter: @cancino_omar

lunes, 11 de agosto de 2014

Los tiempos del salario mínimo

“Los obreros están siempre dispuestos a concentrarse para elevar los salarios, y los patronos para rebajarlos” Adam Smith, La Riqueza de las Naciones

El debate sobre el nivel de los salarios mínimos en México está al rojo vivo.

Y no es para menos, es una demanda de la clase trabajadora que pide a gritos desde hace varios años.

Lo mismo sucede en todo el mundo.

Empleo y una mejora en los ingresos son las peticiones que se dejan escuchar en cada rincón del planeta.

Como en todo intercambio de ideas, unas voces están a favor y otras en contra.

Recuerde que Karl Marx, en su libro El Capital, puso sobre la mesa el conflicto entre la burguesía y el proletariado.

Los primeros son los dueños de los medios de producción y patrón de los asalariados.

Los segundos son los que se ven obligados a vender su fuerza de trabajo para subsistir.

En México, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI), donde gobierno, el sector empresarial y representantes de los trabajadores tienen voz y voto, es la encargada de fijar el ingreso mínimo para el sector laboral.

Lamentablemente, para el sector laboral, la alianza gobierno-empresarios domina la discusión.

Por esa razón, no sorprende que el actual debate sobre el nivel de los salarios no venga de este organismo.

Sólo se escucha hablar de la CONASAMI en el mes de diciembre, cuando se anuncia el esperado incremento en los salarios mínimos.

El actual momento nos invita a tener la mirada sobre este organismo y reflexionar sobre su futuro.

Los datos revelan el severo golpe al bolsillo a la clase trabajadora.
A partir del primero de enero de 2014, el salario mínimo en promedio en México se ubica en 65.58 pesos, un avance de 4.83 pesos desde que inicio la presente administración.

Datos de la última Encuesta Trimestral de Ocupación y Empleo (ENOE) del primer trimestre del 2014, nos dicen que 6.5 millones de personas en el país ganan el salario mínimo.

Según INEGI, el 46.8% de la población ocupada gana en promedio entre uno y tres salarios mínimos al día, lo que representa un ingreso entre 64.58 y 196 pesos al día.

Cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo (CONEVAL) señalan que en el primer trimestre del año, el Indicador de Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) aumentó 3.46%, respecto al mismo periodo de 2013.
Esa cifra indica que la proporción de personas que no puede adquirir la canasta básica con su ingreso laboral sigue a la alza.

Alfonso Navarrete, Secretario del Trabajo (STPS) dice que una vez que la recuperación económica se consolide habrá tiempo para tratar el tema salarial.

El sector empresarial también alza la voz.

Sus representantes no dejan de enviar mensajes catastróficos sobre las consecuencias de un incremento salarial.

Alza en la tasa de inflación, cierre de empresas y un mayor desempleo es lo que anticipan como siempre los empresarios cada vez que se habla del tema.

La administración del presidente Enrique Peña Nieto tiene como meta elevar la productividad de la economía mexicana.

Los cambios estructurales van en esa dirección, pero no son la “varita mágica” que detone por sí misma la productividad del país.

Gobierno, empresarios y trabajadores tienen esa responsabilidad.

Al primero, le toca hacer la tarea de mantener la estabilidad económica y garantizar el estado de derecho.

Los empresarios de hacer las inversiones que impulsen los niveles de empleo bien remunerado para abatir las cifras de informalidad.

Y al trabajador comprometerse a incrementar su capital humano.

Si los tres cumplen sus objetivos, entonces no habrá porque tener miedo y hacer anuncios apocalípticos sobre un aumento del salario.

Se organizaron foros y mesas redondas para analizar todos los puntos de la Reforma Energética. ¿Por qué no hacer un esfuerzo más?

¡Bienvenido el debate!

E-mail: omarcancinoeco@gmail.com
Twitter: @cancino_omar

lunes, 4 de agosto de 2014

La voz de la economía informal

La cifra habla por sí sola del problema que tiene la economía mexicana.

Gracias a INEGI, sabemos que por cada 100 pesos de Producto Interno Bruto (PIB), 75 pesos son generados por el 40% de ocupados formales, mientras que 25 pesos los produce los trabajadores empleados en la llamada actividad subterránea.
Los datos de empleo que también reporta el instituto de estadística nos daban cuenta del tamaño que tiene la economía informal.

El último reporte señala que un total de 28 millones de trabajadores se encuentra en el sector informal de la economía.

Datos al 30 de junio nos dicen que durante el segundo trimestre del 2014, el número de trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se ubicó en 16.9 millones, lo que representa una generación de 143,190 nuevos empleos si lo comparamos con las cifras del mismo periodo del año pasado. 

Pese a la estabilidad macroeconómica de los últimos años y los aplausos de las calificadoras de riesgo hacia la agenda de reformas estructurales, la creación de empleo es insuficiente para satisfacer la demanda.

Se culpa a la economía informal de la baja productividad, pero quieran o no aceptarlo es la “válvula de escape”.

Los oídos sordos de gobierno y del sector empresarial hacen que la mano de obra calificada y no calificada opte por este camino.

Por ejemplo, Juan García, con estudios universitarios y experiencia; no encuentra una nueva oportunidad.

Su búsqueda ha sido de manera constante desde que perdió su empleo por la desaceleración de la economía.

Alejandra Mendoza, estudiante de contaduría esta próxima a graduarse. Le preocupa que pasará una vez que salga de la universidad.

Sabe que no es garantía de éxito contar con un título profesional. Es más, los reportes de desempleo hablan de que los profesionistas son los que más complicado tienen el camino.

Roberto Gutiérrez, trabajador dedicado a la construcción vive los tiempos complicados en este sector.

Desde que trabajo en la última obra de infraestructura hace más de un año, no ha vuelto a encontrar una oportunidad igual.

Con el fin de ese contrato también perdió la seguridad social y dejó sin cotizar en la cuenta individual para el retiro.

Piensa en vivir la aventura del “sueño americano”. Lamentablemente, sus amistades le dicen que mejor se quede en México.

Y finalmente, Hugo Ramírez, con la puesta en marcha de la Reforma Hacendaria, siente que su pequeña tienda de abarrotes no podrá sobrevivir por más tiempo. 

Tan sólo esos son algunos casos de los miles que seguramente habrá por todo el país. 

Desde el año pasado, la administración del presidente Enrique Peña Nieto, puso en marcha el Programa para la Formalización del Empleo.

Con la participación de las 32 entidades federativas, el IMSS y la Secretaría del Trabajo (STPS) buscan reducir los niveles de informalidad.

La tan promocionada Reforma Hacendaria también tiene ese objetivo.

La puesta en marcha del Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) es una invitación que hace la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a todo aquel que trabaje en la economía informal.

Con datos del Servicio de Administración Tributaria (SAT), el llamado RIF ha logrado incorporar un total de 4.2 millones de nuevos contribuyentes.    

Recientemente, la SHCP recibió la asesoría del Fondo Monetario Internacional (FMI) para estudiar alternativas que busquen reducir los niveles de informalidad.

La tesis de que la economía mexicana no levanta por lo que ocurre en el sector externo debe pasar a segundo plano.

La última Encuesta de Banco de México revela que lo que realmente detiene el crecimiento de la actividad productiva se explican por factores internos.

Los niveles de inseguridad, la debilidad del mercado interno y la política fiscal son los que detienen a la economía mexicana.

Ese es el reto.

E-mail: omarcancinoeco@gmail.com
Twitter: @cancino_omar