El próximo 1
de septiembre, Enrique Peña Nieto, presidente de México rendirá su segundo Informe de Gobierno.
Con ese acto
se abrirán también los trabajos del Poder Legislativo.
Lo que es un
hecho, es que el informe presidencial no despierta el interés de los tiempos de
antes.
Gran parte
de eso sucede porque se crean expectativas mayores a lo esperado.
Entre la
mayor parte de la población existe un alto grado de escepticismo.
Nada más
recuerde la vez que nos prometieron que con la entrada en vigor del Tratado de
Libre Comercio (TLC o NAFTA, por sus siglas en inglés) las puertas del primer
mundo se abrirían de par en par.
El despertar
de ese primero de enero de 1994 nos enseñó ese otro México que reclama hasta
hoy justicia.
Sabemos que
la credibilidad es un activo muy importante. Y cuando se pierde, es difícil
recuperarla de manera instantánea.
Y en esta
semana previa a lo que se llamó años atrás el “Día del Presidente”, habrá
varios análisis sobre lo hecho por quién ejerce el Poder Ejecutivo.
Comenzarán a
promocionarse esos spots también producidos en los medios de comunicación y que
son pagados por los impuestos de todos.
Enrique Peña
Nieto, presidente de México, presumirá con fuerza en su segundo informe de
gobierno los cambios estructurales.
Tal vez, la
agenda de reformas estructurales no sea la mejor, pero lo que no se vale es
crear expectativas más allá de lo posible.
Se lo digo
por aquello de que con la Reforma Energética bajarán los precios del gas y de la
luz.
Una vez más,
escucharemos un discurso lleno de optimismo sobre el rumbo del país.
La
aprobación a la gestión presidencial tampoco tiene buenos números.
Ya
revisaremos con detalle las encuestas de opinión.
Con la
promulgación de las leyes secundarias de la Reforma Energética, la
administración del hombre que vive en la Residencia de Los Pinos toma una nueva dosis
de “aire fresco”.
Pese a que
digan lo contrario, el país todavía vive un clima de inseguridad que
obstaculiza el crecimiento económico.
Nos podrán
ofrecer cifras, gráficas y demás datos, pero lo cierto es que la realidad es
otra.
De norte a
sur, el crimen organizado es la principal amenaza. Nadie ésta a salvo.
La debilidad
económica y la falta de empleo hacen que el escenario sea más difícil.
La promesa
ésta en que vendrán tiempos mejores.
Si bien es
cierto, el crecimiento económico es insuficiente para los retos que enfrenta México, los buenos deseos
existen.
En los
primeros días de septiembre, Hacienda entregará los Criterios Generales de
Política Económica (CGPE)
La
administración del presidente Enrique Peña Nieto tiene que dejar el discurso de
las reformas estructurales y empezar a dar resultados.
El 2015 es
un año electoral. Ya los diferentes partidos políticos comienzan a preparar sus
estrategias.
Lamentablemente,
las descalificaciones y los escándalos siguen presentes en el debate.
No basta tener el lema "Reformas en Acción", la tarea más importante está por venir.
¿Un nuevo México?
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Twitter: @cancino_omar