Contra
viento y marea, Presidencia quiere que Enrique Peña Nieto tenga su “Día del
Presidente”.
El nuevo
formato que tanto presume en redes sociales pretende darle oxígeno a una figura
presidencial bastante deteriorada.
Enrique Peña
Nieto llega a su cuarto informe de gobierno en medio de una severa crisis de
desconfianza.
Pese a los
esfuerzos de Presidencia por sacar a flote a la figura presidencial, se observa
a un primer mandatario frágil y lo que es todavía peor, sin un ánimo por
cambiar las cosas.
Hay un
desencanto por una economía que no crece lo suficiente, el conflicto
magisterial, la corrupción, la inseguridad, y hasta el exceso de los dirigentes
deportivos en los Juegos Olímpicos de Río 2016, son los factores que han minado la confianza.
En fin, los
escándalos lo han puesto a él y a su gobierno en una difícil situación.
No por nada
sus niveles de popularidad están en el punto más bajo como lo señaló hace poco el
Periódico Reforma.
El discurso
de las reformas estructurales también se ha venido abajo. Lo que antes era un
optimismo exhuberante, ahora es todo lo contrario.
Las
encuestas muestran un descontento entre los mexicanos por el rumbo económico y
el alto nivel de violencia que vive el país.
Si bien la
economía mexicana crece, no lo hace como lo habían pronosticado hace unos años.
La debilidad
económica, la falta de puestos de trabajo de calidad, la corrupción, y la
inseguridad son una constante en el sexenio de Peña Nieto.
El anuncio
de la calificadora Standard And Poor`s es una señal de que la paciencia se está
agotando.
Podemos
culpar – como lo hace este gobierno- a los factores externos de que las cosas
no han salido como fueron plasmadas en un inicio. Pero, bien sabemos que lo interno también explica
ese desencanto.
Los
esfuerzos de Banxico y Hacienda por enviar señales de tranquilidad a los
portafolios de inversión parecen ser insuficientes.
Datos de la balanza de pagos del segundo trimestre muestran que la inversión de cartera no llega como lo venía haciendo en años anteriores.
Por esa razón, Banxico ajustó la política monetaria. La
depreciación cambiaria llego para quedarse. Poco a poco, sus efectos están
contaminando las expectativas inflacionarias.
Hacienda
hace recortes al gasto, pero Banxico y las calificadoras de riesgo le piden un
mayor compromiso.
Si Hacienda
y Luis Videgaray no cumplen las expectativas con el Paquete Económico para
2017, habrá más dolores de cabeza.
— Reforma Opinión (@reformaopinion) 26 de agosto de 2016
Las
calificadoras de riesgo han hablado y señalado con precisión las debilidades estructurales
de la economía mexicana.
Esperaremos
la respuesta del equipo económico de Peña Nieto.
Lamentablemente,
hemos comprobado que este gobierno siempre actúa tarde y lo hace con torpeza.
Ojalá no se equivoque en estos momentos que existe escaso margen de maniobra.
Twitter: @cancino_omar
E-Mail: omarcancino_nyg@hotmail.com