sábado, 27 de agosto de 2016

¡Van cuatro ..... y faltan dos!

Contra viento y marea, Presidencia quiere que Enrique Peña Nieto tenga su “Día del Presidente”.

El nuevo formato que tanto presume en redes sociales pretende darle oxígeno a una figura presidencial bastante deteriorada.

Enrique Peña Nieto llega a su cuarto informe de gobierno en medio de una severa crisis de desconfianza.

Pese a los esfuerzos de Presidencia por sacar a flote a la figura presidencial, se observa a un primer mandatario frágil y lo que es todavía peor, sin un ánimo por cambiar las cosas.

Hay un desencanto por una economía que no crece lo suficiente, el conflicto magisterial, la corrupción, la inseguridad, y hasta el exceso de los dirigentes deportivos en los Juegos Olímpicos de Río 2016, son los factores que han minado la confianza.

En fin, los escándalos lo han puesto a él y a su gobierno en una difícil situación.

No por nada sus niveles de popularidad están en el punto más bajo como lo señaló hace poco el Periódico Reforma.

El discurso de las reformas estructurales también se ha venido abajo. Lo que antes era un optimismo exhuberante, ahora es todo lo contrario.

Las encuestas muestran un descontento entre los mexicanos por el rumbo económico y el alto nivel de violencia que vive el país.   

Si bien la economía mexicana crece, no lo hace como lo habían pronosticado hace unos años.

La debilidad económica, la falta de puestos de trabajo de calidad, la corrupción, y la inseguridad son una constante en el sexenio de Peña Nieto.

El anuncio de la calificadora Standard And Poor`s es una señal de que la paciencia se está agotando.

Podemos culpar – como lo hace este gobierno- a los factores externos de que las cosas no han salido como fueron plasmadas en un inicio. Pero,  bien sabemos que lo interno también explica ese desencanto.

Los esfuerzos de Banxico y Hacienda por enviar señales de tranquilidad a los portafolios de inversión parecen ser insuficientes.

Datos de la balanza de pagos del segundo trimestre muestran que la inversión de cartera no llega como lo venía haciendo en años anteriores.

Por esa razón, Banxico ajustó la política monetaria. La depreciación cambiaria llego para quedarse. Poco a poco, sus efectos están contaminando las expectativas inflacionarias.

Hacienda hace recortes al gasto, pero Banxico y las calificadoras de riesgo le piden un mayor compromiso.

Si Hacienda y Luis Videgaray no cumplen las expectativas con el Paquete Económico para 2017, habrá más dolores de cabeza.


Las calificadoras de riesgo han hablado y señalado con precisión las debilidades estructurales de la economía mexicana.

Esperaremos la respuesta del equipo económico de Peña Nieto.

Lamentablemente, hemos comprobado que este gobierno siempre actúa tarde y lo hace con torpeza. 

Ojalá no se equivoque en estos momentos que existe escaso margen de maniobra.

Twitter: @cancino_omar
E-Mail: omarcancino_nyg@hotmail.com