Recuperar el terreno perdido no es nada fácil. Mucho menos en
un momento tan competido como el de hoy.
Todo país busca atraer el capital extranjero de largo plazo
porque complementa los recursos internos para generar crecimiento y empleo.
Y en este año, la cuenta financiera de la balanza de pagos de
México, aquella donde se observan las transacciones con el exterior de manera
monetaria, puede empezar a presentar otro comportamiento.
Gracias a la expansión monetaria de los bancos centrales en
el mundo y a las bajas tasas de interés, los activos nacionales son de los
preferidos por los portafolios de inversión por su atractivo rendimiento que
ofrece el papel gubernamental y no del destino de recursos externos con fines
productivos.
Pero esa tendencia está cambiando y puede consolidarse en los
siguientes meses con el posible inicio en septiembre del retiro del estímulo
monetario por parte del Banco de la Reserva Federal.
La inversión de portafolio es positiva, pero la inversión
productiva es mucho mejor.
Las tasas de interés en los valores del Tesoro de Estados
Unidos registran incrementos, señal que incorpora esperanzas de reactivación
económica y el retiro a paso lento de las acciones del banco central
estadounidense.
Ya con el simple anuncio por parte de la Fed, los capitales
extranjeros han comenzado el ajuste de sus carteras. Lo que algunos llaman “fly
to quality”.
Según el último reporte del Banco de México al día 25 de
junio, la tenencia de valores
gubernamentales de residentes en el extranjero a valor nominal se ubica en 1 billón 684, 782 millones de
pesos, lo que representó una registró
una disminución de 4.3% respecto a lo que tenían los extranjeros hace un mes.
Principalmente los capitales extranjeros tienen en su poder
Bonos del Gobierno Federal a tasa fija y Certificados de la Tesorería de la
Federación (Cetes), los cuales estos últimos están siendo más solicitados.
Las economías emergentes serán las que más resientan el
ajuste gradual en el rumbo de la política de la Fed. Lo han dicho diversos
organismos internacionales.
La inseguridad, los desacuerdos políticos y la desaceleración
económica mundial provocaron que los flujos de capital productivo miraran hacia
otro lado en 2012. (Gráfica No.1)
Con el ingreso de 12,659 millones de dólares en 2012, México
se ubicó en la posición 23 entre los mayores receptores de Inversión Extranjera
Directa (IED).
Del total de esa cifra, 23.1% correspondieron a nuevas
inversiones, 41.7% a cuentas entre compañías y 35.2% a reinversión de utilidades.
El reporte de la Organización de las Naciones Unidas para el Comercio
y Desarrollo (UNTACD) menciona que la economía
mexicana retrocedió seis lugares y registró su segundo peor desempeño desde
1990.
No todo son malas noticias. Pese a que México no tuvo un buen
desempeño en 2012, esta misma institución en su estudio coloca al país entre
los destinos más atractivos para la inversión extranjera.
China, Estados Unidos, India, Indonesia, Brasil y Alemania
superan a la economía mexicana.
Esa perspectiva favorable es compartida por la consultoría
A.T. Kearney, una de las firmas más reconocidas en el mundo de los negocios.
Según en el Estudio anual del Índice de Confianza de
Inversión Extranjera Directa (IED) 2013, que elabora esta empresa mediante una
encuesta entre directivos de 305 empresas globales, revela que los hombres de
negocio observan con optimismo a la economía mexicana.
Así lo dicen sus datos, donde México ocupó el noveno destino
más atractivo para la inversión extranjera, luego de que en 2012 ni siquiera
apareciera en el mapa. (Gráfica
2)
Según la Secretaría de Economía, México registraría en 2013
llegadas de capital por un monto de 40,000 millones de dólares.
Esos recursos se
explicarían en parte por la venta de la cervecería Modelo a la empresa belga
Anheuser-Busch InBev y de Comex a la firma estadounidense Sherwin-Williams.
También recientemente el gobierno federal realizó anuncios de
inversión por parte de diferentes empresas como Honda, Audi, Volkswagen,
L´oreal, Nestlé y Ferrero.
La encuesta de expectativas de Banxico revela que los
analistas del sector privado anticipan un ingreso de Inversión Extranjera
Directa (IED) por un monto de 25,460
millones de dólares.
Tal vez ese pronóstico tiene que ser revisado e incorporar
los anuncios recientes. En el reporte de la Balanza de Pagos del primer trimestre de
2013, la IED alcanzó la cifra de 4,988 millones de dólares, lo que representó la
cifra más alta para un primer lapso desde 2007.
Los anuncios son bienvenidos y seguramente en los datos del
segundo trimestre habrá buenas cifras, lo que permitirá que la economía
mexicana no resienta los efectos del ajuste global de capitales que se espera
con mayor fuerza en los próximos meses.
Hay un optimismo por México. Principalmente beneficiado por
las giras presidenciales y la estrategia positiva que fue puesta en marcha a
principios del año de la Secretaría de Relaciones Exteriores de hablar bien del
país.
Lo cierto es que ojalá y ese comportamiento no cambie su
tendencia como lo han hecho en los últimos meses diversos indicadores.
Las apuestas están en que el próximo año, las reformas
estructurales y la recuperación de la economía de Estados Unidos impulsen el
crecimiento de la actividad productiva.
La presente administración tiene muchos pendientes por
resolver. Y uno de ellos es el colocar nuevamente a México en el lugar de
preferencia para la inversión extranjera.
El presidente Enrique Peña Nieto sabe que la economía vive un
tiempo complicado. Son constantes las revisiones de pronósticos de crecimiento
por parte de diversas instituciones.
La última encuesta de Banco de México estima un Producto
Interno Bruto (PIB) de
2.84% para este 2013, siendo la quinta revisión a la
baja en lo que va del año.
Tal vez no sea la última corrección porque los datos
económicos del segundo trimestre del año continúan diciendo que la
desaceleración es todavía más profunda.
También en el sondeo del banco central, los encuestados dicen
que el clima de negocios no es el mejor en este momento y el dato que pone
sobre la mesa es que a su juicio la economía está peor que hace un año.
Ya hay señales de un mayor dinamismo del gasto público, un
factor que dicen los analistas influyó en gran parte para tener una menor
actividad en el primer trimestre del 2012.
El reporte del Índice de Confianza al Consumidor del mes de
junio, indicador que es elaborado de manera conjunta por el Instituto de
Estadística Geografía (INEGI) y el Banco
de México, muestra hogares sin esperanzas de reactivación económica.
Este índice se ubicó en 93.3 puntos en el sexto mes del año, siendo
su menor nivel en 15 meses.
Al interior todos sus componentes indican que su situación
actual es igual o peor como también sus
perspectivas para la economía.
Pese a tener ese escenario adverso, la administración dice
que hay confianza en el país. Y pone de ejemplo a los anuncios de inversión por
parte de empresas extranjeras.
Sí deseamos que más empresas coloquen sus recursos en nuestro
país, las buenas señales deben de continuar.
La economía mexicana tiene los aplausos de las calificadoras
de riesgo, hay disposición de cambios estructurales y el voto de confianza de
los flujos de capital. Pero los pendientes son todavía muchos.
E-mail: omarcancinoeco@gmail.com
Twitter: cancino_omar
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