Hay un dato económico que muchos gobiernos quisieran que los
organismos de estadísticas no publicaran en épocas de crisis. Y ese dato es el
nivel de desempleo.
Tras cinco años de haber iniciado la contracción económica,
la severa crisis global está dejando sin esperanzas de encontrar un puesto de
trabajo a millones de jóvenes en el mundo y gente con experiencia que todavía se
encuentra en la fuerza laboral.
Y eso lo podemos observar en los reclamos que hacen esta
parte de la población económicamente activa.
Ese mensaje que lanzan es muy importante porque nos están diciendo que
las medidas para enfrentar el caos económico no hacen todavía el efecto deseado
o van en el camino equivocado.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
reportó un total de 197 millones de personas sin empleo en 2012 y anticipa que
en el 2013 este número se incrementará hasta llegar a la cifra de 202 millones
de personas desocupadas, lo que pone de manifiesto el elevado costo que se está
pagando por no poner orden en los desequilibrios macroeconómicos.
Y lo más grave es que los jóvenes son los que están viviendo
esta amarga experiencia. Estimaciones de la OIT revela que la tasa de desempleo
juvenil que en 2012 alcanzó 12.6% se incremente hasta alcanzar 12.9% en 2017.
Sin la creación de empleo, una economía pierde su potencial
de crecimiento económico presente y futuro.
Y los efectos de la crisis también se pueden observar en la
economía mexicana y por supuesto en la población juvenil.
Al finalizar el 2012, el Instituto Nacional de Geografía y
Estadística (INEGI) anunció que había un total de 2.5 millones de personas
desocupadas con una tasa de desempleo ajustada por estacionalidad –elimina las
fluctuaciones de la variable por efectos en el año- de 4.96 por ciento.
Ahora al mes de marzo, el INEGI publicó que durante el
primer trimestre del año se registró una tasa de desempleo de 5.01%, cifra
mayor en 0.05 puntos al último periodo de 2012. Así que la fotografía sigue
mostrando que falta mucho por hacer.
Gráfica 1
Tasa de desocupación nacional a marzo de 2013
(Porcentaje
de la PEA)
Fuente: INEGI
Lo observamos en las cifras. Por ejemplo, 25.5% de los desocupados no completó los
estudios de secundaria, en tanto que los de mayor nivel de instrucción
representaron al 74.5 por ciento. Entonces, tenemos población económicamente
activa preparada con conocimiento pero la economía no crea empleos calificados,
lo que también daña nuestra productividad.
Precisamente eso está provocando que nuestro mercado laboral
presente el mismo comportamiento que a nivel mundial, donde la tasa de
participación, aquellos que están en la fuerza laboral, va a la baja porque no
hay expectativas de encontrar un puesto de trabajo.
Y también la tasa de informalidad que publica el INEGI pone
sobre la mesa que el problema del empleo va más allá. Así en último mes del
trimestre, este indicador se ubicó
en 28.64%, lo que nos dice que nuestra
economía tiene dificultades para crear suficientes empleos y satisfacer la
demanda y por eso muchos deciden optar trabajar en la economía informal.
Precisamente la informalidad es el mayor reto para la
economía mexicana porque son recursos que el gobierno no capta y tampoco reciben
los institutos de seguridad social.
Pero gracias a esta válvula de escape nuestro problema de
violencia no ha sido mayor, si usted me permite decirle así porque en la
realidad tenemos un índice mayor a lo que nos comentan las autoridades.
Así que si los gobiernos no empiezan a generar pronto
oportunidades en vez de anunciar recortes, tal como sucede en Europa, el
problema del desempleo puede convertirse pronto en algo mayor de lo que ya es
para la economía.
Los encargados de esa responsabilidad deben de escuchar ese
mensaje de insatisfacción a lo ancho del mundo.
Hoy los bancos centrales están actuando, pero lo que están
haciendo es poner otra vez las condiciones necesarias para que la economía retome
sus perspectivas de crecimiento, pero ellos no
tienen la responsabilidad de generar puestos de trabajo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario