domingo, 13 de noviembre de 2016

La amenaza del Trumpnomics

Con su Make America great again” Donald Trump conquisto la voluntad del pueblo estadounidense en las elecciones del 8 de noviembre.

Su aplastante e inesperada victoria refleja la desesperación de la clase obrera por una economía que crece a un ritmo demasiado lento.

Ni sus escándalos, ni su manera irracional de hablar hicieron efecto en el electorado. 

Poco importo el número de empleos generados por la administración del presidente Barack Obama.

Eso sí, cumplir sus promesas de campaña no será fácil, pero puede tener el camino despejado, pues tiene mayoría en el Congreso de Estados Unidos.

Ese es un punto de lo más importante. El “poder” para hacer y deshacer lo tiene.

A lo largo de su campaña electoral Mr. Trump hablo de medidas anti libre comercio, inmigración, deportación de ilegales, gravar las remesas, reducción de impuestos y penalizar a las empresas que se lleven sus líneas de producción a otros países.

Pese a que los principales índices accionarios de Wall Street sufrían cada vez que Trump subía en las encuestas, ahora con su triunfo en las elecciones presidenciales marcan niveles históricos.

Tan sólo el famoso S&Poor´s 500 alcanzó las 2,164 unidades, lo que implica un avance de 3.8% desde la victoria de Trump.

El promedio industrial Dow Jones –que incluye a la principales 30 empresas de Estados Unidos- presenta una ganancia de 5.4%, mientras que la euforia también contagia al mercado tecnológico, pues el índice Nasdaq gana 3.8 por ciento.

Los portafolios de inversión también tienen la apuesta en “Make America great again”

Pero Mr. Trump y su Consejo de Asesores Económicos se van a encontrar con un deteriorado balance fiscal y un alto endeudamiento.

Bien dicen que prometer no empobrece. Así que cualquier programa económico de reducción de impuestos y uso del gasto público para impulsar el crecimiento debe ser tomado con reservas.

La estrategia vs el Efecto Trump

La administración del presidente Enrique Peña Nieto debe dejar de pensar en el muro y poner en marcha una estrategia para contrarrestar los efectos de la política que implementará la administración Trump.

Con mensajes que invitan a la tranquilidad como el que enviaron el miércoles pasado el secretario de Hacienda, José Antonio Meade y el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens; no se logra mucho.
La presión sobre el peso y la caída del precio de las acciones es una prueba de que los portafolios de inversión adelantan malas noticias.

Así que la Junta de Gobierno de Banco de México anunciará un incremento en la tasa de interés objetivo.

Se estima que la autoridad monetaria elevará en 50 puntos base la tasa de referencia el próximo jueves.

La medicina tiene sabor amargo, pero sin duda es necesaria en estos momentos, donde las expectativas de inflación de mediano plazo han repuntado y la depreciación del peso amenaza con un deterioro mayor.

Hacienda tiene como tarea principal ejecutar el gasto público conforme al calendario.

Los mercados vigilarán que cumpla con la meta de obtener un superávit primario el próximo año.

No sólo en el terreno económico es necesario implementar una estrategia, también hay que trabajar en el aspecto político.

Se habla del posible regreso a la escena política del ex secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

Sin duda, la figura de Videgaray podría ser un intermediario con un alto valor diplomático.

Pero por el momento, la Canciller Claudia Ruiz Massieu junto con el embajador en Estados Unidos, Carlos M. Sada tendrán que demostrar sus habilidades para establecer una agenda de diálogo constante con el presidente Donald Trump.

¿Habrá estrategia?

Twitter : @cancino_omar
E-mail: omarcancinoeco@gmail.com


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