domingo, 11 de septiembre de 2016

El reto de Meade

Los tiempos de Luis Videgaray Caso, el llamado “hombre fuerte” del sexenio han terminado.

Por más que lo quieran justificar, Videgaray deja sobre su escritorio resultados insuficientes a los que prometió.

Los errores y la soberbia que lo caracterizaba hicieron que el “alfil oscuro” como le llamamos en este espacio desapareciera del tablero.

Se va de Hacienda, pero la sombra seguirá omnipresente en lo que resta de la administración del presidente Peña Nieto

Le invito a que observe con cuidado el escenario.

José Antonio Meade Kubreña es el nuevo encargado de las finanzas públicas.

Su nombramiento es un mensaje  de tranquilidad a los portafolios de inversión, puesto que no desconoce el puesto y tiene la experiencia.

Pese a las cartas credenciales que posee, la tarea que tiene por delante el secretario de Hacienda no es nada fácil. El panorama externo e interno luce más que complicado.

Bien hace Hacienda en reconocerlo en los Criterios de Política Económica (CGPE).

Le habíamos anticipado que la medicina que iba a recetar el doctor sería con sabor amargo.

Pues bien, sin margen para subir impuestos, ni endeudarse más, el recorte al gasto neto pagado es por un total de 1.7% del Producto Interno Bruto (PIB) o en términos monetarios de 239,700 millones de pesos.

Esa cifra representa dos veces el presupuesto de la Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL) y cinco veces los ingresos del ISSSTE.

El esfuerzo es para buscar por primera vez desde 2008 un superávit primario de 0.4% del PIB en 2017, mayor a lo propuesto en un inicio.

A todas luces Hacienda quiere hacer un esfuerzo adicional para mandar confianza al exterior.

Recuerde que las calificadoras de riesgo crediticio observan con detalle  la evolución del país.

Lo que no gusta del paquete económico es que el gasto de capital –aquel que destina a infraestructura y genera empleos- va a disminuir 26.8% en términos reales.

Por esa razón, Hacienda espera que la economía presente un crecimiento de 2.5 por ciento.

Pero, donde se observa las presiones que tiene Meade Kubreña es en la evolución del gasto no programable – aquel que incluye el costo financiero de la deuda, las participaciones a estados y municipios y los adeudos fiscales anteriores- el cual se incrementará el próximo año 12.1 por ciento.

Nos presumen que habrá una reducción en  el gasto corriente. Esa es una buena noticia. Lamentablemente, le que tengo que decir que  pese a eso es demasiado costoso mantener a la burocracia.

Le invito a revisar el Proyecto de Presupuesto de Egresos para 2017. Ahí se podrá dar cuenta de los sueldos y prestaciones, que sin duda ofenden a millones de mexicanos que ganan un salario mínimo.   

La discusión sobre el Paquete Económico habrá de comenzar.

Lo que si no se debe olvidar es que la economía mexicana presenta una aceleración del endeudamiento público y un desequilibrio externo.

Insisto, la tarea del nuevo secretario de Hacienda es restablecer la disciplina fiscal, pero no sólo en el discurso, también en los hechos.

¿Podrá José Antonio Meade Kubreña con el reto que tiene por delante?

Twitter: @cancino_omar
E-mail: omarcancino_nyg@hotmail.com

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