Los tiempos
de Luis Videgaray Caso, el llamado “hombre fuerte” del sexenio han terminado.
"Recorte" El primer #Cartón del día que presenta Nerilicón >> https://t.co/4VeeVeZ9ME pic.twitter.com/xNNbhvmKuo— El Economista (@eleconomista) 8 de septiembre de 2016
Por más que
lo quieran justificar, Videgaray deja sobre su escritorio resultados
insuficientes a los que prometió.
Los errores
y la soberbia que lo caracterizaba hicieron que el “alfil oscuro” como le
llamamos en este espacio desapareciera del tablero.
Se va de
Hacienda, pero la sombra seguirá omnipresente en lo que resta de la administración
del presidente Peña Nieto.
Le invito a
que observe con cuidado el escenario.
José Antonio
Meade Kubreña es el nuevo encargado de las finanzas públicas.
Su
nombramiento es un mensaje de
tranquilidad a los portafolios de inversión, puesto que no desconoce el puesto
y tiene la experiencia.
Pese a las
cartas credenciales que posee, la tarea que tiene por delante el secretario de
Hacienda no es nada fácil. El panorama externo e interno luce más que
complicado.
Bien hace
Hacienda en reconocerlo en los Criterios de Política Económica (CGPE).
Le habíamos
anticipado que la medicina que iba a recetar el doctor sería con sabor amargo.
Pues bien,
sin margen para subir impuestos, ni endeudarse más, el recorte al gasto neto
pagado es por un total de 1.7% del Producto Interno Bruto (PIB) o en términos
monetarios de 239,700 millones de pesos.
Esa cifra
representa dos veces el presupuesto de la Secretaria de Desarrollo Social
(SEDESOL) y cinco veces los ingresos del ISSSTE.
El esfuerzo
es para buscar por primera vez desde 2008 un superávit primario de 0.4% del PIB
en 2017, mayor a lo propuesto en un inicio.
A todas
luces Hacienda quiere hacer un esfuerzo adicional para mandar confianza al
exterior.
Recuerde que
las calificadoras de riesgo crediticio observan con detalle la evolución del país.
Lo que no
gusta del paquete económico es que el gasto de capital –aquel que destina a
infraestructura y genera empleos- va a disminuir 26.8% en términos reales.
Por esa
razón, Hacienda espera que la economía presente un crecimiento de 2.5 por
ciento.
Pero, donde
se observa las presiones que tiene Meade Kubreña es en la evolución del gasto
no programable – aquel que incluye el costo financiero de la deuda, las
participaciones a estados y municipios y los adeudos fiscales anteriores- el
cual se incrementará el próximo año 12.1 por ciento.
Nos presumen
que habrá una reducción en el gasto
corriente. Esa es una buena noticia. Lamentablemente, le que tengo que decir
que pese a eso es demasiado costoso
mantener a la burocracia.
Le invito a
revisar el Proyecto de Presupuesto de Egresos para 2017. Ahí se podrá dar
cuenta de los sueldos y prestaciones, que sin duda ofenden a millones de
mexicanos que ganan un salario mínimo.
La discusión
sobre el Paquete Económico habrá de comenzar.
Lo que si no
se debe olvidar es que la economía mexicana presenta una aceleración del
endeudamiento público y un desequilibrio externo.
Insisto, la
tarea del nuevo secretario de Hacienda es restablecer la disciplina fiscal, pero no sólo en el discurso, también en los hechos.
¿Podrá José
Antonio Meade Kubreña con el reto que tiene por delante?
Twitter: @cancino_omar
E-mail: omarcancino_nyg@hotmail.com
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