Mediocridad económica

Comenzamos el último trimestre del 2014. Las dudas sobre el desempeño económico siguen sobre la mesa.

Es cierto, los últimos datos empiezan a enviar señales positivas, pero todavía nada que festejar.

Y no sólo en la economía mexicana, también la actividad productiva mundial tiene ese comportamiento.

Tan es así que Christine Lagarde, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), habla de que la debilidad económica es mayor a la prevista por el organismo internacional.

El próximo viernes inicia la Reunión de otoño del FMI. La atención como siempre estará en la revisión de las Perspectivas de la Económico Mundial.

Será interesante observar la proyección de crecimiento para la economía mexicana.

Recuerde que el FMI anticipa un avance de 2.4% para 2014 y de 3.5% para 2015.

Eso sí, los aplausos por los cambios estructurales se volverán a escuchar.

En el extranjero, se reconoce el trabajo del presidente Enrique Peña Nieto y su secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

Ambos comparten los reflectores. Uno es nombrado “Ciudadano Global” por el Atlantic Council, un influyente think thank sobre asuntos internacionales.

Pese a las críticas internas, la revista Euromoney coloca a Luis Videgaray como Ministro de Finanzas del año.  

No todo son felicitaciones.

Los ojos del mundo esperan que México sea capaz de implementar de manera correcta la agenda estructural.

La ruta ésta trazada.

El reto no es sólo para la presente administración, sino también para quien llegue en 2018.

Lo que también tiene inquieto al capital extranjero es el clima de violencia en México.

No por nada, esos son los cuestionamientos que se hacen en el extranjero.

Nuestro secretario de Gobernación, Miguel Ángel Chong, podrá presumir sus cifras.

Pero, los niveles de inseguridad continúan afectando la vida de todos y el desempeño económico.

La encuesta de Banco de México así lo deja ver.

Los analistas encuestados en el más reciente sondeo del banco central siguen colocando a los problemas de inseguridad pública como el principal factor que detiene el crecimiento económico.

Las preocupaciones por la inestabilidad financiera y la economía mundial pasan a segundo término.

Gracias al motor de las exportaciones, principalmente las del sector automotriz, la actividad productiva empieza a presentar un mejor dinamismo.

Las remesas que envían los trabajadores en el exterior también comienzan a reflejar la otra cara de la moneda.

Pese a las medidas tributarias y la debilidad del consumo interno, la confianza empresarial va poco a poco en aumento.

La administración del presidente Enrique Peña Nieto tiene retos por delante.

Para que la recuperación económica sea una realidad, la creación de un mayor número de plazas de trabajo debe ser la constante.

Hay cifras positivas, pero insuficientes para garantizar un optimismo en los hogares, donde todavía eso de los números macroeconómicos no se refleja.

Hacienda tiene una meta de crecimiento para 2014 de 2.7%, lejos del 3.9% que tenía a principios del año.

Hoy los pronósticos oscilan entre un rango de 2% y 2.8 por ciento.

La buena noticia, si es que se puede tomar así, es que los ajustes a las proyecciones no tienen el mismo comportamiento del año pasado.

Al igual que la economía mundial, México tiene el desafío de superar la mediocridad. 

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