Sabemos que el 2013 será recordado como un mal año para la
economía mexicana.
Otros nos dirán que el 2013 tendrá un lugar en la historia
por ser el año en que México se atrevió a “cambiar”.
Las cifras económicas nos confirman lo primero. Bajo
crecimiento, alto desempleo, menores exportaciones y un mercado interno que
sigue dormido sin que nadie se preocupe por despertarlo.
Hacienda anticipó que el Producto Interno Bruto (PIB)
presentaría un crecimiento de 3.5% en el primer año de la administración del
presidente Enrique Peña Nieto.
Hoy transcurridos varios meses observamos que esa cifra quedó
en el olvido y el error de cálculo en la estimación fue bastante considerable.
Cierto, el entorno externo tuvo sus consecuencias, pero gran
parte de la responsabilidad en el mal
manejo económico la tiene nuestro secretario de Hacienda Luis Videgaray y Ernesto
Revilla como titular de la Unidad de Planeación Económica de Hacienda.
La Encuesta de Expectativas que elabora de manera mensual el
Banco de México entre los especialistas del Sector Privado sigue enviando
señales de pesimismo económico. (Cuadro No.1)
Por séptima ocasión en lo que del año, los analistas en el
mes de octubre revisan a la baja sus pronósticos de crecimiento para la economía
mexicana. No sólo para 2013, también para el próximo año.
Para 2013, las estimaciones para la actividad productiva se
ubican en un avance de 1.20%(Mediana de los datos), en vez, del 1.50 % de la
encuesta del mes de septiembre.
Respecto a 2014, los especialistas consultados presentan una
proyección de 3.40% del PIB, cifra menor al 3.90% que contienen los Criterios
Generales de Política Económica (CGPE) que elabora Hacienda.
Factores como la debilidad del entorno externo y la economía
mundial, la política fiscal que se está instrumentando, incertidumbre sobre la
situación interna y debilidad del mercado interno son los principales
obstáculos que frenan el crecimiento económico.
No sólo es el escenario externo el que complica el camino de
la actividad productiva, gran parte del menor crecimiento que podemos tener en
los próximos meses se explica por razones internas.
Y el siguiente cuadro que contiene la Encuesta de
Expectativas del sector privado que realiza Banxico, se observa la
incertidumbre que prevalece sobre el clima de negocios. (Cuadro
No. 2)
El optimismo que generó la nueva administración poco a poco
perdió impulso ante una evidencia que por más que quiere no puede ocultar.
Distintas voces cambiaron de opinión desde principios de este
2013. Unos negaban el difícil momento, otros advertían que la desaceleración de
la economía mexicana era más profunda de lo que se pensaba.
Al final del día, los segundos pueden presumir de tener la
razón. La realidad borro por completo el discurso del “mexican moment”
Según el reporte del Banco Mundial, México pasó del lugar
número 51 al 53 en el reporte “Doing Busines 2014”, un informe que
reporta la facilidad para hacer negocios.
Lo que demuestra que México todavía es un lugar difícil para
que empresarios tomen decisiones de inversión y que países Latinoamericanos
como Chile, Colombia avanzan más rápido que nosotros.
Aquí, tal vez, hay que preguntarse si nosotros los mexicanos
somos muy malos para llegar a los grandes acuerdos que necesitamos como Nación.
Se habla de que las reformas estructurales buscan hacer más
atractiva a la economía mexicana.
Luego de 12 años escuchando la misma canción por gobierno,
empresarios y organismos financieros internacionales los cambios empiezan a
generarse.
Lo malo es que esas modificaciones estructurales no serán
suficientes para impulsar el dinamismo económico.
En 2014, habrá un alza de impuestos y un mayor endeudamiento
con lo que la administración Peña Nieto tendrá más recursos.
Después de bastantes análisis y discusiones en la Cámara de
Diputados y Senadores, tendremos una reforma fiscal que pretende otorgar vía
impuestos un total de 181,276 millones de pesos y no los 240,000 millones de
pesos que tenía contemplada la iniciativa.
Los temas de fondo en materia fiscal se quedaron en esfuerzos
que son bienvenidos, pero insuficientes porque no resuelven el problema
estructural que tenemos.
Hacienda hizo una tímida invitación a los que hoy trabajan en
la economía informal. Y en cambio, desea más de los que sí pagan impuestos.
Las modificaciones a las Leyes de Responsabilidad Hacendaria,
Coordinación Fiscal y Contabilidad Gubernamental desean hacer más transparente
el ejercicio de los recursos públicos.
Pero todavía es insuficiente para quitar la imagen de abuso
que tanto ha ofendido a los ciudadanos.
Por esa razón, Agustín
Carstens, gobernador del Banco de México menciono hace
unos días de la
necesidad de otra reforma fiscal.
Lo que el gobierno federal perdió con la negativa a nuevos impuestos,
nuestros legisladores lo obtuvieron aumentando el precio del petróleo, la
salida más fácil.
Cumplir los objetivos de la recaudación y no impactar más a
la endeble economía son los retos que tiene por delante la Reforma Hacendaria y
Social del gobierno de Peña Nieto.
Y gran parte de ese desafío también lo comparte Luis Videgaray como responsable de las
Finanzas Públicas.
La reforma fiscal finalmente tuvo su objetivo recaudatorio
con mayor endeudamiento
para hacer que el gasto público sea el impulso del
crecimiento económico.
Dudas hay muchas por los efectos tendrá sobre la actividad económica.
Las voces de descontento se escuchan con fuerza.
Luis Videgaray, secretario de Hacienda tendrá una oportunidad y tal vez,
sea la única para borrar críticas y la mala imagen que tiene Hacienda en este
momento.
Los últimos días del 2013 serán para la reforma energética.
Será en los próximos días, cuando el tema energético salte una vez más a los
reflectores.
Si el debate fiscal provoco fricciones entre los diversos
grupos parlamentarios a su interior, la discusión en la Cámara de Diputados y
Senadores de la reforma energética y el Presupuesto de Egresos pondrá poner contra la pared al llamado Pacto por México.
La reforma energética es muy esperada. Gran parte del futuro
de la administración del presidente Enrique
Peña Nieto está basada en este cambio estructural.
Los riesgos existen. El Banco de México en su último
comunicado de política monetaria advierte un panorama económico a nivel mundial
con bajo crecimiento y menor inflación para 2014.
El mundo sigue atrapado en una desaceleración económica más
larga de lo anticipado.
E-mail: omarcancinoeco@gmail.com
Twitter: @cancino_omar
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