lunes, 4 de noviembre de 2013

Rumbo al 2014

Sabemos que el 2013 será recordado como un mal año para la economía mexicana.

Otros nos dirán que el 2013 tendrá un lugar en la historia por ser el año en que México se atrevió a “cambiar”.

Las cifras económicas nos confirman lo primero. Bajo crecimiento, alto desempleo, menores exportaciones y un mercado interno que sigue dormido sin que nadie se preocupe por despertarlo.

Hacienda anticipó que el Producto Interno Bruto (PIB) presentaría un crecimiento de 3.5% en el primer año de la administración del presidente Enrique Peña Nieto.

Hoy transcurridos varios meses observamos que esa cifra quedó en el olvido y el error de cálculo en la estimación fue bastante considerable.

Cierto, el entorno externo tuvo sus consecuencias, pero gran parte de la responsabilidad en el mal manejo económico la tiene nuestro secretario de Hacienda Luis Videgaray y Ernesto Revilla como titular de la Unidad de Planeación Económica de Hacienda.

La Encuesta de Expectativas que elabora de manera mensual el Banco de México entre los especialistas del Sector Privado sigue enviando señales de pesimismo económico. (Cuadro No.1)

















Por séptima ocasión en lo que del año, los analistas en el mes de octubre revisan a la baja sus pronósticos de crecimiento para la economía mexicana. No sólo para 2013, también para el próximo año.

Para 2013, las estimaciones para la actividad productiva se ubican en un avance de 1.20%(Mediana de los datos), en vez, del 1.50 % de la encuesta del mes de septiembre.

Respecto a 2014, los especialistas consultados presentan una proyección de 3.40% del PIB, cifra menor al 3.90% que contienen los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) que elabora Hacienda.

Factores como la debilidad del entorno externo y la economía mundial, la política fiscal que se está instrumentando, incertidumbre sobre la situación interna y debilidad del mercado interno son los principales obstáculos que frenan el crecimiento económico.

No sólo es el escenario externo el que complica el camino de la actividad productiva, gran parte del menor crecimiento que podemos tener en los próximos meses se explica por razones internas.  

Y el siguiente cuadro que contiene la Encuesta de Expectativas del sector privado que realiza Banxico, se observa la incertidumbre que prevalece sobre el clima de negocios. (Cuadro No. 2)

















El optimismo que generó la nueva administración poco a poco perdió impulso ante una evidencia que por más que quiere no puede ocultar.

Distintas voces cambiaron de opinión desde principios de este 2013. Unos negaban el difícil momento, otros advertían que la desaceleración de la economía mexicana era más profunda de lo que se pensaba.

Al final del día, los segundos pueden presumir de tener la razón. La realidad borro por completo el discurso del “mexican moment”

Según el reporte del Banco Mundial, México pasó del lugar número 51 al  53 en el reporte “Doing Busines 2014”, un informe que reporta la facilidad para hacer negocios.

Lo que demuestra que México todavía es un lugar difícil para que empresarios tomen decisiones de inversión y que países Latinoamericanos como Chile, Colombia avanzan más rápido que nosotros.

Aquí, tal vez, hay que preguntarse si nosotros los mexicanos somos muy malos para llegar a los grandes acuerdos que necesitamos como Nación. 

Se habla de que las reformas estructurales buscan hacer más atractiva a la economía mexicana.

Luego de 12 años escuchando la misma canción por gobierno, empresarios y organismos financieros internacionales los cambios empiezan a generarse.

Lo malo es que esas modificaciones estructurales no serán suficientes para impulsar el dinamismo económico.

En 2014, habrá un alza de impuestos y un mayor endeudamiento con lo que la administración Peña Nieto tendrá más recursos.

Después de bastantes análisis y discusiones en la Cámara de Diputados y Senadores, tendremos una reforma fiscal que pretende otorgar vía impuestos un total de 181,276 millones de pesos y no los 240,000 millones de pesos que tenía contemplada la iniciativa.

Los temas de fondo en materia fiscal se quedaron en esfuerzos que son bienvenidos, pero insuficientes porque no resuelven el problema estructural que tenemos.

Hacienda hizo una tímida invitación a los que hoy trabajan en la economía informal. Y en cambio, desea más de los que sí pagan impuestos.

Las modificaciones a las Leyes de Responsabilidad Hacendaria, Coordinación Fiscal y Contabilidad Gubernamental desean hacer más transparente el ejercicio de los recursos públicos.

Pero todavía es insuficiente para quitar la imagen de abuso que tanto ha ofendido a los ciudadanos.

Por esa razón, Agustín Carstens, gobernador del Banco de México menciono hace 
unos días de la necesidad de otra reforma fiscal.

Lo que el gobierno federal perdió con la negativa a nuevos impuestos, nuestros legisladores lo obtuvieron aumentando el precio del petróleo, la salida más fácil.

Cumplir los objetivos de la recaudación y no impactar más a la endeble economía son los retos que tiene por delante la Reforma Hacendaria y Social del gobierno de Peña Nieto.

Y gran parte de ese desafío también lo comparte Luis Videgaray como responsable de las Finanzas Públicas.

La reforma fiscal finalmente tuvo su objetivo recaudatorio con mayor endeudamiento 
para hacer que el gasto público sea el impulso del crecimiento económico.

Dudas hay muchas por los  efectos tendrá sobre la actividad económica. Las voces de descontento se escuchan con fuerza.

Luis Videgaray, secretario de Hacienda tendrá una oportunidad y tal vez, sea la única para borrar críticas y la mala imagen que tiene Hacienda en este momento.

Los últimos días del 2013 serán para la reforma energética. Será en los próximos días, cuando el tema energético salte una vez más a los reflectores.

Si el debate fiscal provoco fricciones entre los diversos grupos parlamentarios a su interior, la discusión en la Cámara de Diputados y Senadores de la reforma energética y el Presupuesto de Egresos pondrá poner contra la pared al llamado Pacto por México.

La reforma energética es muy esperada. Gran parte del futuro de la administración del presidente Enrique Peña Nieto está basada en este cambio estructural.

Los riesgos existen. El Banco de México en su último comunicado de política monetaria advierte un panorama económico a nivel mundial con bajo crecimiento y menor inflación para 2014.

El mundo sigue atrapado en una desaceleración económica más larga de lo anticipado.

E-mail: omarcancinoeco@gmail.com   
Twitter: @cancino_omar

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