"Produce una inmensa tristeza pensar que la Naturaleza habla mientras el género humano no escucha" Víctor Hugo
Los
políticos se preocupan por el menor crecimiento económico, alto desempleo y
una caída en los precios mayor a lo anticipada.
Parece no
importar que el cambio climático sea el principal desafío para la humanidad en el
XXI.
La última declaración
del G-20 en Rusia, donde se reunieron los responsables de las economías más
desarrolladas del planeta, es un buen ejemplo.
Los
mandatarios en la declaración final del G-20 manifestaron su angustia por la
evolución de la economía mundial.
Si bien
incluyeron algunos esfuerzos por combatir el cambio climático, las
conversaciones sobre este tema no ocuparon un papel protagónico que merecen.
Y en un
mundo ocupado por salir lo más rápido de una severa desaceleración económica, las voces de
los científicos y las distintas protestas de las Organizaciones No
Gubernamentales los tienen sin cuidado.
Los impactos
del cambio climático no son cosa del futuro, el presente nos dice que todavía
existe una oportunidad.
Pero los desacuerdos sobre el camino a seguir entre países desarrollados y no desarrollados siguen siendo un obstáculo difícil de desaparecer.
La evidencia
del cambio climático es más que contundente y es la amenaza inmediata.
La prueba
más visible es el derretimiento de hasta el 40% de los hielos del mar Ártico
durante el verano en el hemisferio norte.
Según datos
del Grupo Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en
ingles), la década de 2000 al 2010 ha sido la más cálida registrada y los
niveles de dióxido de carbono (CO2), principal gas que genera el efecto
invernadero sigue en aumento.
Los
economistas predicen que los daños provocados por los impactos climáticos
pueden alcanzar el 5% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial en 2100.
Una cifra
que podría ser conservadora si uno observa los daños en todo el mundo que están
ocasionando los fenómenos climáticos en los últimos años.
Las
actividades humanas, cómo el uso de combustibles fósiles (carbón, petróleo,
gasolinas, diesel y gas natural) que en su combustión liberan CO2, la deforestación y la agricultura insostenible explica las
altas concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Y sus
consecuencias negativas se observan en el deterioro de los ecosistemas y un
aumento en la frecuencia de los
fenómenos meteorológicos extremos como las sequias, los ciclones y fuertes
lluvias en todo el mundo.
Hoy inicia
en Varsovia, Polonia inicia la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
La Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) que entro en vigor en 1994 es un esfuerzo de la comunidad internacional por estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera y concientizar de las consecuencias del cambio climático.
La última
reunión en Doha, Qatar no dejo a nadie satisfecho. Después de días de discusión
entre todos los miembros los consensos de último minuto llegaron.
El principal
acuerdo fue la extensión del Protocolo de Kioto para 2020, uno de los objetivos
que tenía la convención.
Sin el apoyo
de Estados Unidos, Japón, Rusia, Canadá y Nueva Zelanda, 194 países se comprometieron
el año pasado en Doha por ocho años más para seguir con el objetivo de reducir
sus emisiones de gases de efecto invernadero.
La mala
noticia es que los países firmantes solo generan el 15% de las emisiones de
contaminantes mundiales.
La
administración del presidente Barack Obama está más preocupada por sacar
adelante a su economía que por asistir y tomar la responsabilidad de ser el segundo
emisor de dióxido de carbono en el mundo.
Lo que si
hace el presidente de Estados Unidos, es preparar al pueblo estadounidense y a
los sectores estratégicos de su economía de los efectos del cambio climático.
Japón, China
y Rusia dicen que no actuarán, si Estados Unidos no comienza a mostrar un mayor
esfuerzo por reducir sus emisiones de dióxido de carbono.
La falta de
compromiso y acción de las grandes economías desarrolladas es lo que hace que
los efectos del cambio climático sigan creciendo.
México es
uno de los países más vulnerables al cambio climático. Los efectos que dejaron
el huracán “Ingrid” y la tormenta “Manuel” en septiembre pasado lo ponen de
manifiesto.
La
Estrategia de Cambio Climático (ENCC) con una visión de largo plazo de la
administración del presidente Enrique Peña Nieto es un paso para los retos que
se tienen en los años por venir.
Podemos
tener los mejores programas, lamentablemente los últimos fenómenos climáticos
dejaron ver que todavía no estamos lo suficientemente preparados para
reaccionar a tiempo.
Nuestro país
llega a la Conferencia de las Naciones Unidas para el Cambio Climático en Polonia con el papel de buscar los consensos necesarios entre todas
las partes involucradas.
La gran
pregunta será sí las naciones con mayores emisiones escucharán a los países que
sufren las consecuencias de posponer las decisiones importantes.
Un nuevo reporte de la Organización Meteorológica Mundial
(OMM) revela que en 2012, los niveles de dióxido de carbono y otros gases que
causan el efecto invernadero alcanzaron cifras históricas.
Bajo ese
panorama se celebrará en Polonia del 11 al 22 de noviembre la XIX Convención Marco
de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC).
Si Qatar,
sede de la última reunión presume de ser el principal emisor de dióxido de
carbono por habitante, Polonia representa el país que más ha hecho por detener
las propuestas de la Comisión Europea en materia de regulación de CO2.
Christiana
Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático (CMNUCC), confía en que la reunión en Varsovia, Polonia
será una nueva oportunidad para gobiernos, empresas y sociedad civil para
demostrar su voluntad e intensificar sus esfuerzos contra el cambio climático.
Y ese es el
objetivo que busca. La meta es llegar a París, donde se realizará la Cumbre de Naciones Unidas en 2015, con un gran pacto internacional.
El mundo no
puede esperar. Cada vez, los riesgos se incrementan y las voces de los
científicos advierten que el tiempo se agota.
Las
protestas de las Organizaciones No Gubernamentales desean que su
mensaje sea escuchado, los hombres de ciencia lo advierten y la Organización de
Naciones Unidas (ONU) quiere que los acuerdos lleguen para suavizar los efectos
del cambio climático.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Varsovia tendrá que empezar a generar metas más ambiciosas. Ese es el gran reto de esta reunión.
Existe escepticismo por la posición de países como Estados Unidos, Rusia, China e India.
Las
expectativas no son de lo mejor. La reunión de Doha dejo muchos pendientes
sobre la mesa.
A los
políticos les preocupa la economía y con toda razón, pero sin duda es momento de
empezar a trabajar con mayor fuerza por salvar el planeta en el que vivimos.
E-mail: omarcancinoeco@gmail.com
Twitter: @cancino_omar
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