lunes, 18 de noviembre de 2013

Recuperar el "mexican moment"

Es una tarea complicada. Y todavía más difícil lo es, si hay resultados negativos.

Los mensajes de optimismo se escuchan con fuerza todos los días y en todos los foros.

Nuestros políticos lo dicen en cada momento. Sus discursos y declaraciones contienen esa dosis.

Saben que sí algo hay que volver a ganar en los próximos meses es la confianza sobre el rumbo económico.

Pero sin acciones con resultados en el corto plazo será complicado generar esa señal esperada.

La administración del presidente Enrique Peña Nieto está próxima a cumplir su primer año de gobierno.

Las cifras no le favorecen en nada. En 2013, el crecimiento de la economía será el más bajo desde la crisis financiera de 2009.

El desempleo sigue sin ceder, la industria de la construcción vive tiempos por demás difíciles y nuestras exportaciones van a paso lento.

Los malos datos económicos han impactado la confianza de los consumidores que en el mes de octubre presentó su mayor caída en dos años.

Y no sólo ese comportamiento se observa en los consumidores, también en el ánimo de los productores. (Gráfica No.1)

















No hay que olvidar que los empresarios por lo general son más optimistas que el consumidor sobre el futuro.

Hoy el incierto entorno económico y las decisiones contagian tanto al consumidor como al productor.

Luego de vivir el “mexican moment”, el equipo económico tiene como objetivo principal recuperar el optimismo con el que empezó esta administración.

Existen indicios de una recuperación económica. Es todavía frágil, pero hay  señales.

Incrementar los niveles de confianza del consumidor y productor en los siguientes meses será el objetivo a conseguir.

Lo malo, es que el camino tiene muchas interrogantes en el horizonte.

No es fácil conseguir el objetivo. Y mucho menos con las dudas que generan incertidumbre y detienen los planes de inversión.

Y es aquí donde Luis Videgaray como secretario de Hacienda y Miguel Ángel Chong responsable de la secretaria de Gobernación quedan mucho a deber.

La administración Peña Nieto en su primer año de gobierno pondrá como su mayor logró el proceso de reformas.

Pero sabemos que el impulso a la actividad productiva del país no será en lo inmediato.

La reforma laboral empieza a ser cuestionada. Al tercer trimestre del año, Con datos de INEGI hay 2.7 millones de desempleados, 4.2 millones que tienen la necesidad de trabajar más tiempo y en la informalidad laboran 29.3 millones de personas.

La reforma educativa vivió un proceso fast track que generó un debate nacional posterior.

Hoy el gobierno federal lanza spots en radio y televisión para contrarrestar la inconformidad del magisterio. 

La reforma financiera que busca impulsar y dinamizar el crédito está esperando su turno para ser aprobada.

La reforma hacendaria terminó por decepcionar a todos. En el 2014 habrá nuevos impuestos y el gobierno tendrá más recursos para gastar.

Y en el escenario, se aproxima la reforma energética, que dicen ahora es la clave de todas las reformas.

Lo que es un hecho es que el camino para recuperar la confianza es difícil y complicado.

Ya la Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2014.

La cifra alcanza la cantidad de 4 billones 476 mil 225.8 millones de pesos, es el monto más alto en la historia.

El equipo económico utilizará esos recursos para impulsar a la economía mexicana.

Se dice que ahora si no habrá subejercicios y que el dinero público llegará de manera oportuna para los programas sociales y la inversión en infraestructura.

Tal parece que nuestro secretario de Hacienda, Luis Videgaray aprendió la lección.

Se observa al responsable de las finanzas públicas en los últimos días más concentrado en su despacho que en acompañar al presidente Peña Nieto en actos públicos.

Bien sabe que tiene un reto bastante importante por delante. Si algo necesita y le urge a esta administración es el crecimiento de la economía.

El gasto público será el protagonista en 2014. Para que la actividad productiva se consolide necesita de la inversión privada.

El panorama sigue complicado. Pero, por el momento empecemos la época de buenos deseos.   

Los ojos en el PIB

No hay otro dato más esperado que la publicación del Producto Interno Bruto (PIB) de una nación.

Ese indicador económico revela el dinamismo de la actividad productiva en un periodo determinado.

Según los cálculos de Hacienda en su reporte trimestral de finanzas públicas, la economía mexicana reportó un avance anual de 1% en el tercer trimestre del 2013.

Con respecto al segundo trimestre de este año presentó un crecimiento de 0.9 por ciento.

Pero el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) es el encargado de publicar el dato económico por excelencia.

Y será el próximo jueves, cuando INEGI anuncie el Producto Interno Bruto (PIB) del periodo julio a septiembre.

Le anticipo que no se esperan buenas noticias. Los últimos indicadores señalan que la debilidad de la economía sigue su curso.

Sabemos que en cuestión de pronósticos Luis Videgaray y su equipo no pueden presumir de nada.

Así que si los números no le favorecen, no sería nada raro que nuevamente Hacienda modifique su estimación de crecimiento para este año.

Luego de tres revisiones anteriores, Hacienda pronostica un Producto Interno Bruto (PIB) de 1.7%, el Banco de México tiene un rango de 0.9 a 1.4% y el FMI tiene una cifra de 1.2 por ciento.

Y cómo alguien dice: ¿Quién da menos o quién da más?


E-mail: omarcancinoeco@gmail.com
Twitter: @cancino_omar

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