lunes, 28 de octubre de 2013

Otro "empujón" monetario

La festividad de Día de Muertos con todo su color y sabor está próxima a celebrase. 

Los mexicanos nos reímos de la muerte, pero también le tememos a “La Catrina” figura creada por José Guadalupe Posada y bautizada con ese nombre por el muralista Diego Rivera.

“Nadie sabe la hora, ni el día, sino hay que estar preparados”. Son palabras llenas de sabiduría que debemos razonar más de una vez.

Lo que viviremos el 1 y 2 de noviembre son días que nos invitan a una intensa reflexión sobre el futuro y nuestro presente.

Y justamente la decisión de la Junta de Gobierno del Banco de México de un nuevo recorte a la Tasa de Interés Interbancaria a un día, la principal herramienta de política monetaria, persigue también ese objetivo.

Los pronósticos estaban sobre la mesa. Analistas de bancos, casas de bolsa y fondos de inversión anticipaban un nuevo movimiento, luego de que Banxico sorprendiera a propios y extraños en septiembre, cuando inesperadamente bajo 25 puntos base la tasa de referencia.

Hoy la autoridad monetaria no les falló y vuelve a repetir la dosis para poner su "granito de arena" y contribuir al dinamismo económico.

Así la tasa objetivo pasa de 3.75% a 3.50%, lo que marca un nuevo mínimo histórico. (Gráfica No.1)

















Y tal, como marca la tradición mexicana de Día de Muertos, podemos expresar que Banxico otorgó su “calaverita” a los portafolios de inversión y fue más allá porque también adelantó su regalo de Navidad.

Aquí le comparto la parte más interesante del comunicado: “La Junta estima que su postura monetaria es congruente con la convergencia eficiente de la inflación a la meta de 3%, pero considera que no serán recomendables reducciones adicionales al objetivo para la tasa de interés de referencia en el futuro previsible”

No es mandato del Banco de México preocuparse por el crecimiento.

Distintas voces lo han dicho y la administración Peña Nieto en el 20 aniversario de la autonomía de Banxico lo confirmo.

Pero eso no impide que los integrantes de la Junta de Gobierno pongan sobre su escritorio el panorama actual que vive la economía mexicana.

Según los miembros de Banxico, algunos indicadores sugieren que la economía comenzó a mostrar una incipiente recuperación en el tercer trimestre.

La evolución del Indicador de Actividad Económica Global (IGAE) del mes de agosto observó señales positivas.

Lo cierto es que todavía hay signos de debilidad. El IGAE creció en el octavo mes del año a una tasa anual 0.8%, cifra inferior si la comparamos contra el 3.3% que reportó el año pasado.

Si utilizamos las cifras ajustadas por estacionalidad, aquellas que dejan observar mejor el comportamiento de la variable, el IGAE avanzó 0.22% respecto al mes de julio y acumula cuatro meses con crecimiento positivo.

Pese a esas señales de mejoría, los riesgos a la baja se mantienen en el escenario.

Por el lado del crecimiento las malas noticias continúan y los datos económicos del mes de septiembre serán muy importantes.

Respecto al comportamiento de los precios, tarea que si le corresponde al banco central, el panorama tiene el otro lado de la moneda.

Se dice optimista por la actual tendencia de los precios en la economía. Y deja claro que en lo que falta de 2013 y para 2014 no habrá presiones inflacionarias por el lado de demanda.

Sobre los cambios impositivos menciona que el impacto sea moderado y transitorio sin causar efectos de segundo orden. Pero advierte que se mantendrá vigilante de la evolución y efectos de la política fiscal.

Si bien los integrantes de la Junta de Gobierno de Banxico dicen que hay señales positivas, los riesgos existen sobre el rumbo de la tasa de inflación.

Lo que sí nos vuelve a decir los responsables de la política monetaria es que anticipan un panorama de baja inflación y crecimiento mundial.

El fantasma de la deflación, el movimiento de los precios a la baja provocado por la disminución de la demanda y por una menor actividad productiva, aquel que provocó fuertes sustos a la economía del vecino del norte se sigue paseándose en toda la economía global.

Los mercados recibieron su “calaverita” y regalo de Navidad. Será interesante leer las minutas de la reunión que serán publicadas el próximo 8 de noviembre.

Don Agustín Carstens y demás integrantes de la Junta de Gobierno de Banxico dicen que es tiempo oportuno para reflexión sobre el presente y futuro porque el camino es todavía incierto.

Se nos va el 2013.

La hora de Mr. Bernanke

Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal sabe que tiene que dejar la “casa” en orden.

Y no sólo, Bernanke lo desea, también Janet Yellen, actual vicepresidente del banco central y elegida por la Casa Blanca para ocupar la presidencia de la Reserva Federal comparte ese objetivo.

La decisión del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) de septiembre dejó un mal sabor de boca a los portafolios de inversión.

Se hablaba que la Fed iniciaría en ese mes el retiro de los estímulos monetarios que hasta ahora han sostenido a la mayor economía del mundo.

Decían estar listos para reducir de manera gradual su programa de compra activos que cada mes destina un monto de 85,000 millones de dólares para adquirir bonos del tesoro e hipotecarios.

Las señales de mejoría en algunos indicadores económicos durante los últimos meses eran la principal razón para comenzar a quitar de manera ordenada los “alfileres”.

Pero no fue esa su decisión. Bernanke y los demás miembros del FOMC optaron por esperar más evidencia sobre la salud de la economía de Estados Unidos.

Y no sólo ese factor fue determinante, ahora sabemos que el banco central observaba que la discusión sobre el presupuesto y el límite de deuda llevarían a episodios de volatilidad de corto plazo.

Tras dieciséis días de desacuerdos entre la administración Obama y el Congreso, la solución llegó y el fantasma de un default desapareció de momento.

Lo malo, es que no tardará en regresar y ser factor de presión en los mercados.

El acuerdo fiscal sólo garantiza la operación del gobierno de Estados Unidos hasta el 15 de enero de 2014 y su capacidad de endeudamiento al 17 de febrero del próximo año.

Así que sólo hay una pausa en el tema fiscal. Los desacuerdos entre Republicanos y Demócratas por una solución a largo plazo, condición necesaria para consolidar el crecimiento, está en duda.

Si algo está dañando la credibilidad de la Reserva Federal es errónea política de comunicación.

Ojalá Bernanke y Yellen se preocupen en esta reunión por hablar con la más claridad posible el rumbo que tomará su programa de compra de activos.

¿Quién quietará los “alfileres” a la economía de Estados Unidos? ¿Será Bernanke o Yellen?

Y la pregunta que todos nos hacemos: ¿Qué efectos provocará en el mercado?

Twitter: @cancino_omar

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