Llegan esos tiempos
que invitan a la meditación.
Son
bienvenidos en un panorama con demasiada incertidumbre.
El costo del
llamado “atorón” económico es alto.
Lo sabe, la
administración del presidente Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray, secretario
de Hacienda.
El discurso
de los cambios estructurales está agotado.
Hablar de
que los avances se observarán en el mediano plazo es un mensaje que no comparte
la realidad.
Ni siquiera
los organismos financieros internacionales creen en los pronósticos de crecimiento económico de la SHCP. (Gráfica No.1)
Eso sí,
aplauden la agenda de reformas estructurales.
Pero, nada
más.
La
percepción de los ciudadanos habla por sí misma.
La Encuesta
de Seguridad Pública Urbana (ENSU) al primer trimestre del año de INEGI deja un
panorama no muy optimista. (Gráfica No.2)
En diciembre
de 2013, el 68% de los encuestados se mostraba descontento por los niveles de
inseguridad.
Ahora en
marzo de 2014, las respuestas de insatisfacción aumentan a un 72.4 por ciento.
Detrás de
esos números se encuentra el miedo de los ciudadanos por lo que observan a
diario.
Y por esa
razón, los analistas en la encuesta que realiza el Banco de México dicen que
los problemas de inseguridad pública son el principal factor que detiene el
dinamismo económico.
Por más que
la administración del presidente Enrique Peña Nieto presuma las cifras de
nuevos puestos de trabajo.
El desempleo
no cede.
Y ante las
pocas oportunidades muchos optan por incorporarse a la economía subterránea.
Otros siguen
un camino muy diferente.
Los datos que
ofrece la máxima casa de estudios del país también debe ser motivo de la reflexión.
Según los
últimas cifras del concurso de admisión, más del 91.3% de los aspirantes a
cursar estudios de licenciatura en la UNAM fueron rechazados.
Un total de
115,723 jóvenes tendrán que buscar otra opción o intentar hacer otro esfuerzo
en nueva oportunidad por un lugar.
Satisfacer
las necesidades básicas de los hogares es otra tarea difícil.
La Reforma
Hacendaria que tanto presume Luis Videgaray, secretario de Hacienda es un
verdadero golpe a los bolsillos.
El último
reporte de las cadenas de autoservicio es otro reflejo de la debilidad
económica.
Hasta el
momento, el gasto público, la principal herramienta que tiene el gobierno para
impulsar a la economía no presenta resultados efectivos.
Las críticas
no cesan por esta estrategia económica.
La encuesta
de INEGI revela que la ciudadanía continua cambiando su comportamiento para
enfrentar la inseguridad. (Gráfica No.3)
Ya llevar la
tarjeta de crédito, joyería y dinero más del suficiente es cosa del pasado.
También han
establecido un “toque de queda” después de las ocho de la noche.
Pueden
presumir de los logros contra el crimen organizado en los últimos meses.
Pero eso no
acaba con la ola de robos, extorsiones, secuestros que tienen bajo amenaza a la
sociedad.
Esa es la
expresión del elevado costo de una crisis que no termina.
Lo cierto,
es que en materia económica y de seguridad la administración del presidente
Enrique Peña Nieto queda mucho a deber.
No sólo de buenos
deseos puede vivir la economía mexicana.
E-mail: omarcancinoeco@gmail.com
Twitter: @cancino_omar
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