"¿Para qué una moneda de reserva mundial si tenemos el dólar; y para qué crear un Banco Mundial, si está la Reserva Federal?" Palabras de Harry Dexter White a Sir Jhon Maynard Keynes
Son dos instituciones protagonistas del Sistema Monetario
Internacional.
En 1944, el Fondo Monetario Internacional (FMI) nació con el
objetivo de coordinar y salvaguardar la arquitectura financiera mundial.
El otro organismo, el Banco Mundial (BM) fue creado en un inicio
para brindar asistencia financiera y técnica a los países en vías de
desarrollo.
Tiempo después sus objetivos se extendieron para acabar con
la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida.
Hoy en Washington D.C. celebrarán un 70 aniversario en medio
de un panorama que está lleno de claroscuros.
Ministros de Hacienda y gobernadores de bancos centrales de 188
países asistirán a la Reunión de Primavera del Fondo Monetario Internacional y
Banco Mundial.
Les darán la bienvenida Christine Lagarde, Directora Gerente
del FMI y Jim Yong Kim, como presidente del Banco Mundial.
Habrá festejos, declaraciones con buenos deseos y la esperanza
de que la economía mundial salga pronto a flote.
Pero eso no despejará a los “gemelos” que nacieron en Bretton
Woods, New Hampshire de la severa tormenta que viven desde su fundación.
Nadie puede ocultar su descontento.
La crisis financiera de 2008-2009 y la Gran Recesión los puso
en evidencia.
Las dos instituciones que festejan su 70 aniversario
experimentan la mayor crisis de credibilidad.
Y es por eso que
Lagarde pide establecer la cooperación internacional como prioridad en la
agenda.
Lamentablemente, el escenario no es el mejor.
Las tensiones geopolíticas están despertando.
No son los tiempos de la guerra fría, pero las últimas
señales no dejan nada bueno en que pensar.
Los enfrentamientos entre la Casa Blanca y el Kremlin vuelven
a emerger.
Primero, las diferencias fueron por Siria, ahora los
desencuentros los provoca Ucrania.
Los llamados BRIC`s (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica)
desean un camino diferente.
En marzo de 2013, este bloque de países establecieron una “hoja
de ruta” para la creación de un banco de desarrollo como alternativa al Banco
Mundial.
Los países emergentes también alzan la voz y quieren un mayor
peso en las decisiones del FMI.
Estados Unidos, la mayor potencia económica y principal
accionista del FMI no tienen prisa en reorganizar la institución.
Y esos riesgos geopolíticos están en medio de una lenta
recuperación de la economía mundial.
Hay incipientes señales positivas en los últimos indicadores.
La mala noticia es que los obstáculos también están
presentes.
Por ejemplo, los bajos niveles de inflación en la zona del
euro son la principal amenaza.
El retiro del estímulo monetario de la Reserva Federal es el
desafió más grande en estos momentos para los mercados financieros de las
economías emergentes.
El desempleo todavía es alto, los niveles de deuda siguen
creciendo y la incertidumbre financiera no cede.
Bajo ese entorno empezará la Reunión de Primavera del Fondo
Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial.
Esperamos grandes discursos y como siempre en este tipo de
eventos poca acción.
También el FMI actualizará sus pronósticos de crecimiento
para la economía global.
Según la última estimación del organismo financiero, el
Producto Interno Bruto (PIB) de México crecerá 3% en 2014 y 3.5% para 2015.
¿Habrá cambiado de opinión?
Por lo pronto, los analistas, instituciones financieras y
diversos organismos independientes han modificado sus proyecciones.
Ya el Banco de México dice que revisará su estimación.
Tener un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 3.9%
como lo tiene la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se observa
complicado.
Les toca el turno a los economistas del FMI.
E-mail: omarcancinoeco@gmail.com
Twitter: @cancino_omar
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