lunes, 9 de diciembre de 2013

El peligro para México

“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo” Nelson Mandela

No es que el Banco de Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés) inicie el retiro de su programa de estímulo monetario.

Tampoco lo representa Andrés Manuel López Obrador como la “guerra sucia” lo dice desde hace años.

El principal peligro para México es no tener una sociedad lo suficientemente preparada para cuestionar la realidad en la que vivimos.

Y no sólo eso, también es una amenaza para desarrollar el crecimiento potencial del país.

Los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) deberían invitarnos a reflexionar.

El reporte elaborado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) coloca a México cada vez más lejos de las naciones mejor ubicadas en lectura, matemáticas y ciencias.


Según la OCDE, el 55% de los alumnos mexicanos en la materia de matemáticas no alcanzan el nivel de competencias básico.

En lectura, el alumno promedio obtiene 424 puntos, mientras que el promedio del organismo internacional se ubica en 496 puntos.

La historia es casi semejante en la materia de ciencias. Aquí los resultados de la prueba PISA revela que el 47% de los alumnos no cuentan con los conocimientos adecuados.

En resumen, lo que revelan esos porcentajes es que nuestra generación de jóvenes entre 15 y 16 años próxima a emplearse en el mercado de trabajo no tiene las herramientas suficientes para buscar estudiar profesiones con mayor impacto.

Los empresarios se quejan de que el país no produce mano de obra calificada para ocupar los puestos que requieren una mayor preparación.

El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) en su último reporte trimestral de desocupación al tercer trimestre pone sobre la mesa el escenario laboral del país.

Con datos del INEGI, hay un total 2.7 millones de personas sin empleo, 4.2 millones de individuos que buscan otra ocupación porque la que tienen es insuficiente para generar sus ingresos y 29.3 millones de trabajadores laboran sin derecho a prestaciones en la economía informal.

Todo ese mundo de fuerza de trabajo hace pensar que el objetivo de la administración del presidente Enrique Peña Nieto de buscar elevar los niveles de productividad se quede sólo en un sueño.

Pero, existe todavía un foco rojo más poderoso que nos debería llamar la atención.

Y es que los alumnos que van con deficiencias en el aprendizaje difícilmente podrán cuestionar las decisiones importantes que se tomen en el país.

Sin una comprensión lectora, una mínima interpretación de la estadística y conocimiento científico, estos jóvenes que pronto serán los adultos del mañana bien pueden convertirse en ciudadanos pasivos e indiferentes.

Sabemos que en México gran parte de la opinión pública se forma a través de lo que dice la televisión.

Pocos mexicanos son los que leen e investigan sobre lo que dice la prensa.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) en su última encuesta del 2012 coloca a México en el penúltimo lugar de lectura.

Los desafíos que tenemos como nación son grandes.

Tenemos un alto desempleo, informalidad, elevada desigualdad en el ingreso, bajo crecimiento y niveles de inseguridad que preocupan.

Se habla de que los riesgos externos son los culpables de nuestro mediocre crecimiento económico.

La desaceleración de la economía del vecino del norte explica parte del bajo desempeño de nuestro país en los últimos años.

No lo es todo. Los factores internos son determinantes para contrarrestar esos efectos.

El lado negativo es que nuestros componentes de la producción: trabajo, capital y tecnología están mal empleados.

Los resultados de la prueba PISA que elabora la OCDE debe ser reflexionada más allá de los resultados.

Hay avances en los últimos años. La mala noticia es que el mundo camina más rápido que nosotros.

Con voces en contra y otras a favor, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto puso en marcha la Reforma Educativa.

No es la solución a los problemas.

Sin duda, es un paso adelante, pero es insuficiente porque en un futuro cercano habrá que realizar otra modificación.

Y el próximo año, el gobierno federal gastará en educación un total de 592 mil millones de pesos, el más alto.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) pondrá en marcha programas para Escuelas de Tiempo Completo y Escuelas de Excelencia para abatir el Rezago Educativo.

Habrá más recursos a la educación. Es una buena noticia, pero definitivamente, tampoco eso indica que el aprovechamiento vaya a mejorar.

Lo que si debemos hacer con urgencia es observar que están haciendo naciones como  Singapur, Shangai, Hong Kong y Corea del Sur para elevar su calidad educativa.

No hay mucho por descubrir. Ellos si resuelven correctamente la ecuación que funciona por excelencia: Autoridades + maestros + alumnos + padres de familia. 

¿Cómo está la nuestra?

Construir un sistema educativo de calidad es tarea de todos.

E-mail:omarcancinoeco@gmail.com
Twitter: @cancino_omar

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