lunes, 17 de junio de 2013

Claroscuros en la economía del vecino

Dicen que México está tan lejos de Dios, pero tan cerca de Estados Unidos.

Y por esa relación tan estrecha que existe entre ambos países preocupa la evolución de la mayor economía del mundo.

Pese a que tenemos muchos acuerdos de libre de comercio con diversas naciones, nuestras exportaciones de manufacturas tienen como principal destino los Estados Unidos.

Y no solo eso, este país es el inversionista más importante para la economía mexicana.

Tan sólo en el periodo de 1999 a 2012 y con cifras de la Secretaría de Economía, la Inversión Extranjera Directa (IED) de Estados Unidos registró un total de 153.3 MMDD, mientras que España ocupó el segundo lugar con un monto de 41.9 MMDD.

Así que esa cifra deja claro que no es para menos estar con el ojo puesto en el rumbo económico del vecino del norte.

La economía estadounidense también enfrenta claroscuros en su camino de recuperación tras los severos efectos de la mayor crisis desde la gran depresión.

No hay duda de que la administración del presidente Barak Obama tiene ese reto por delante y ese fue el gran mensaje que le otorgaron los electores al momento de emitir su voto en noviembre pasado.

Pero lamentablemente la administración Obama no puede hacer mucho en este momento por los grandes desacuerdos que hay con el Congreso en materia de política fiscal.

Y aunque a principios del año se evitó lo que se llamó el “abismo fiscal” que amenazó con llevar a otra recesión a la economía, en este momento se sufren los estragos del recorte al gasto público y el alza de impuestos que entraron en vigor desde el primero de marzo.

Con esa medida, el sector público estadounidense pierde toda oportunidad para generar empleo e inversiones que tanto se necesitan para consolidar la frágil recuperación.

La mayor economía del mundo tiene un gran problema fiscal que llevará años ponerlo en orden.

Así que todas las esperanzas para llevar a buen puerto la recuperación de la economía están puestas en la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) y su presidente, Ben Bernanke.

La más reciente información económica dice que la actividad económica del vecino del norte sigue enviando señales con cierto optimismo, pero sin dejar claro si son de manera sostenida.

Por ejemplo, con cifras del Departamento de Comercio de Estados Unidos,  el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre del año registró un avance de 2.4% a tasa anualizada. (Gráfica 1)





Luego del tropezón del último trimestre del año, gran parte de la expansión del PIB estadounidense se explica por el dinamismo del gasto de los consumidores que avanzó 3.4% en los primeros tres meses del año, pero la caída de 4.9% del gasto público deja claro que el problema fiscal que se tiene no deja repuntar con fuerza a la actividad económica.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica un crecimiento de 1.9% para la economía estadounidense en este 2013 y de 2.7% para el año 2014, mientras que la Reserva Federal mantiene su proyección entre un rango que va de 2.3% a 2.8% para 2013.

Y ese contraste en la información económica hace que los hogares estadounidenses sean muy cautelosos en sus decisiones de consumo.

Luego de haber tocado en mayo su nivel más alto desde julio de 2007, el Índice de Confianza del Consumidores elaborado por la Universidad de Michigan en su lectura preliminar retrocedió de 84.5 puntos en mayo a 82.7 puntos en junio, señal que refleja el impacto contradictorio de la información económica.

No hay que olvidar que el gasto del consumidor es la variable que explica en gran parte el crecimiento de la economía estadounidense.

Por esa razón, el gran pendiente y la mayor preocupación de la administración Barack Obama que también comparte la Reserva Federal es el comportamiento del mercado laboral.

Dice la Fed que en el mercado de trabajo hay señales de estabilidad, aunque todavía la creación de un mayor número de puestos es insuficiente para contrarrestar los niveles elevados de desempleo.

Con datos del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, la tasa de desempleo en el mes de mayo se ubicó en 7.6%, luego de haber iniciado el año en 7.9 por ciento. (Gráfica 2)

















Hoy son 11.8 millones de estadounidenses que se encuentran sin un puesto de trabajo.

Y tal vez lo que más preocupa es que la tasa de participación se encuentra en sus niveles más bajos de su historia, lo que revela un panorama incierto en materia de empleo.

La información económica dice que hay avances, pero todavía no se observa la luz al final del túnel.

Y en medio de una fuerte especulación sobre el futuro de su programa de compra de bonos conocido como flexibilización cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés) se reúne una vez más la Reserva Federal.

Al interior del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) hay un debate por demás interesante que sin duda seguirá durante esta reunión.

Unos miembros del FOMC dicen que hay que parar el QE, otros comentan que todavía no es tiempo y falta más información para estar seguro de hacer ese movimiento.

Precisamente ese debate hace que la especulación sea elevada. Lo que es un hecho es que esa estrategia de la Fed llegará un día a su fin.

Pero hoy a falta de protagonismo de la política fiscal, las esperanzas y miradas están 
puestas en la Fed y Ben Bernanke .   

Y en esta reunión que comienza este martes y finaliza con el anuncio del FOMC el miércoles observaremos si la Fed hace efectivo el mensaje del comunicado anterior.

Se dicen estar listos para actuar, pero tal vez todavía no sea el momento para hacerlo. 

Los efectos en México

Todo el ruido por la Fed y el rumbo de los estímulos monetarios han impactado el tipo de cambio y los niveles de tasas de interés.

Así el dólar en el mercado interbancario se vende en 12.6929 pesos por billete verde, luego de haber tocado un nivel mínimo de 11.9599 pesos el pasado 9 de mayo.

Y no sólo esos efectos se observan en los mercados financieros, también el sector real experimenta el lento crecimiento de la economía estadounidense.

Las exportaciones manufactureras, nuestro principal motor de la economía interna siguen sin responder.

En los primeros cuatro meses del año presentan un ligero avance de 1.4%, señal de la debilidad del mercado externo.

También las remesas de los trabajadores en Estados Unidos continúan a la baja.  

Al mes de abril, los recursos del exterior que llegaron por esta vía se ubican en 1,901.9 millones de dólares, lo que representa una disminución anual de 6.4% y acumulan diez meses consecutivos en contracción.

Y recientemente, el Instituto de Geografía, Estadística e Informática (INEGI) anuncio el dato de la producción industrial en el mes de abril.  

Con datos de INEGI, la actividad industrial con cifras ajustas por estacionalidad presentó una baja de 2.2%, siendo el sector de la construcción uno de los más afectados.

Así que las señales continúan reflejando un panorama complicado y donde la  atención tiene que estar en observar la evolución de la economía del vecino del norte. 
e-mail:omarcancinoeco@gmail.com 
twitter: cancino_omar



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