lunes, 10 de febrero de 2014

Vivir con incertidumbre

Lo sabe el empresario, el ama de casa, el trabajador formal y todos aquellos que trabajan en la economía informal.

Pero, el político siempre lo niega o dice que se está trabajando sin todavía ofrecer resultados.

El problema sigue.

Por más cifras positivas que informe Miguel Ángel Chong, secretario de Gobernación, la inseguridad en nuestro país continúa a la alza.

La Encuesta Nacional de Seguridad Publica Urbana (ENSU) que publica de manera trimestral el INEGI refleja esa preocupación. (Gráfica No.1)

Según las cifras, el 68% de los encuestados dice que vivir en su ciudad es inseguro.

Y esa es la respuesta que se mantiene desde hace meses.

Lo preocupante también es que no se espera un cambio importante en el corto plazo. (Gráfica No.2)

No olvide que en el Foro Económico de Davos (WEF, por sus siglas en inglés) las preguntas por la inseguridad en México también destacaron.

Hoy el centro de atención es Michoacán.

Lamentablemente, hay otras partes del país que viven en extremo la violencia.

Ese es el otro gran pendiente que tiene la administración del presidente Enrique Peña Nieto.

La estrategia para tener un “México en Paz” marcha a paso lento con escasos resultados.

Y por eso en el sondeo mensual que realiza el Banco de México, los analistas colocaron a los problemas de inseguridad como el primer factor que obstaculiza el crecimiento. (Gráfica No.3)

Hace meses la debilidad económica mundial superaba las preocupaciones por los niveles de violencia e inseguridad.

Nos decían que los factores externos eran los culpables de la desaceleración económica.

Hoy lo que nos revela la encuesta es que los problemas internos son los que en verdad detienen la actividad económica.

Existe todavía hay un ambiente de intranquilidad por la volatilidad financiera y la frágil recuperación de la economía mundial.

Es evidente que los factores internos pesan más que los externos. 

El primer mes del 2014 no fue nada fácil.

Lo que sabemos hasta el momento, es que el panorama continúa lleno de claroscuros por delante.

El reporte de enero del Índice de Confianza del Consumidor  (ICC) lo dice todo.

A enero de 2014, este indicador que elaboran de manera conjunta INEGI y Banxico registró una caída anual de 15.5% y de 6.2% respecto a diciembre de 2013.

Los hogares observan con gran pesimismo su situación actual y futura.

Y no sólo la de ellos, también existen fuertes dudas sobre la evolución del país.

Por más mensajes de optimismo que se lanzan, la visión de los hogares es completamente otra.

El incremento de precios también hace las cosas más difíciles.

Con datos de INEGI, la tasa anual de inflación general repuntó en el mes de enero y se ubicó en 4.48%, la más alta desde mayo del 2013.

La cifra estuvo fuera del intervalo de variabilidad de +/- un punto porcentual sobre la meta del 3% que tiene el Banco de México.

Los cambios fiscales y el alza de tarifas del sector público explican el incremento de precios en el mes de enero.

La autoridad monetaria decidió dejar sin movimiento su tasa de referencia, su principal arma de política monetaria.

En el comunicado que acompaña cada anuncio advirtió que el balance de riesgos sobre la inflación se ha deteriorado.

Los analistas en el último sondeo mensual que realiza Banxico anticipan una inflación de 4.09% para 2014.

Don Agustín Carstens dice que el alza de precios es un efecto transitorio que desaparecerá en la segunda mitad del año.  

Ya sabíamos que Banxico enviaría ese mensaje.

Y lo continuará haciendo, siempre y cuando no observe efectos de segundo orden, con el objetivo de anclar lo más posible las expectativas de inflación.    

Bajo poder adquisitivo, desconfianza del consumidor, violencia e inseguridad ensombrecen el aplauso de la calificadora de riesgo soberano Moody´s Investor.

Por más que diga Moody´s lo que diga, los dolores de cabeza para la llamada "otra economía" son intensos.

E-mail:omarcancinoeco@gmail.com
Twitter: @cancino_omar

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