Dejar la época de los buenos deseos no es nada agradable. Hemos llegado
al final de esos tiempos.
No será fácil este 2014.
Cierto, existe un mejor panorama. Pero los riesgos siguen en
el escenario.
Los últimos indicadores económicos reflejan todavía signos de
debilidad con claroscuros por delante.
El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) durante
el mes de octubre avanzó 1.3% en su comparación anual. (Gráfica
No.1)
La evolución del IGAE hace pensar en un mayor dinamismo en
los próximos meses, aunque las señales de fragilidad son evidentes.
Otro indicador que refleja ese comportamiento es la actividad
industrial que en el mes de noviembre envió una vez más datos negativos. (Gráfica
No2)
El desplome del sector de la construcción que con la cifra
del penúltimo mes del año acumula 12 meses consecutivos con números rojos no
permite revertir esta tendencia.
Pese a eso, la producción manufacturera sigue presentando una
mejor actividad por el avance de las exportaciones.
Los tradicionales mensajes con motivo de Año Nuevo llenos de buenos
deseos se escuchan. Lo malo es que el esceptisismo es más grande en este momento.
Y se lo digo porque la evolución del Índice de Confianza del
Consumidor continúa enviando señales de pesimismo. (Gráfica No.3)
Los encuestados en diciembre del año pasado no esperan ni una
mejora en la economía doméstica como tampoco en la situación del país en los
próximos 12 meses.
Nos podrán decir que las cosas van a mejorar en el transcurso
del año y que serán muy distintas a lo que se vivió en 2013.
Que gracias a las reformas estructurales el crecimiento de la
economía será otro.
Que con la reforma financiera habrá más crédito para las
empresas y emprendedores.
Que en 2015 los famosos “gasolinazos” serán cosa del
olvido.
Lo único cierto es que la visión desde los hogares es otra.
Y es que mientras los datos duros de la economía reflejan
señales con cierta dosis de optimismo, el “bolsillo” hoy sufre los efectos de
los cambios impositivos.
Si la falta de empleo es un dolor de cabeza, el incremento de
precios también lo será.
Se prevé que el alza en los precios se observará con mayor
fuerza en el primer trimestre del año.
Por lo pronto, según INEGI la tasa de inflación en 2013 se
ubicó en 3.97%, lejos de la meta del Banco de México.
Nuestro banquero central dice que el aumento de la inflación será
de manera transitoria. A Don Agustín Carstens no le queda de otra.
Su objetivo es generar esos mensajes con el fin de influir en
las expectativas y no deteriorar el escenario.
Nuestro mercado interno está más que débil. La fragilidad
económica seguirá presente y todas las esperanzas estarán como en todos los
años en el sector externo.
A lo largo del 2014 observaremos los efectos de la política fiscal
expansionista junto con el estímulo monetario.
Podemos ser optimistas. Más todavía el camino es largo y
complejo. Las dudas existen.
Y sí, Christmas
good bye!
E-mail: omarcancinoeco@gmail.com
Twitter: @cancino_omar
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